El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, cerró la Región en su momento (tanto la comunidad como todos y cada uno de sus 45 municipios), pero no se controla constantemente quién entra y sale de cada localidad, por una razón sencilla: no hay policías suficientes para hacerlo. Por eso el presidente murciano sugería ayer que el Ejército, que ya salió a las calles de la Región y del resto de España en el estado de alarma decretado en primavera, podría asumir estos controles de movilidad. Miras exige al Gobierno que «se implique en la gestión de la segunda oleada» para frenar el coronavirus y no delegue en las comunidades autónomas, que toman medidas diferentes generando «distorsión y falta de unidad muy negativas» para acabar con la pandemia.

Acerca de la preocupación de alcaldes de diversos municipios por las dificultades a las que se enfrentan a la hora de poder controlar los confinamientos perimetrales, como publicaba ayer LA OPINIÓN, insta a la Delegación del Gobierno en Murcia que ponga a su disposición a todos los efectivos de Guardia Civil, Policía Nacional e incluso Fuerzas Armadas para controlar esas medidas. «No se pueden hacer controles por la falta de efectivos, ya que se pone en peligro la integridad de los agentes: los protocolos de seguridad recomiendan al menos dos patrullas, con cuatro agentes, para realizarlos con seguridad y eficacia», explicaron fuentes policiales, que aseguran que sufren una «situación lamentable y ridícula» por algo que no es nuevo: las carencias de personal, algo pasa, por ejemplo, en Ceutí, Blanca y Las Torres de Cotillas, entre otros.

En declaraciones a los medios de comunicación durante el acto de colocación de la primera piedra del nuevo centro de la Fundación Jesús Abandonado, Miras ha insistido en criticar que se esté dando «17 respuestas» diferentes a la actual crisis y que «cada tres días una comunidad plantea medidas distintas» al respecto.

Esa situación, ha reiterado, «no es útil» en la lucha contra un «virus que es global», por lo que el Gobierno de España «debe tener algo que ver en esta segunda oleada» en la que hasta el momento «ha estado ausente». Las propuestas y decisiones que se tomen para tratar de frenar los contagios, estima, no debe partir de ningún presidente autonómico, sino debatirse en el seno del Consejo Interterritorial.