Unos 110.000 trabajadores del campo y del sector agroalimentario están convocados a la huelga el próximo 4 de diciembre para reclamar la subida del salario mínimo de 950 euros que está en vigor desde el 1 de enero, la mejora de las condiciones laborales y la regularización de las cotizaciones de los fijos discontinuos.

Representantes de CC OO y UGT han anunciado esta mañana en rueda de prensa la protesta, a la que están convocados los trabajadores afectados por una media docena de convenios colectivos del campo, la recolección de frutas y hortalizas, los almacenes de manipulado y envasado y la conserva.

Los dos sindicatos convocantes van a solicitar sendas entrevistas con el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, y el delegado del Gobierno, José Vélez, para exponerles los motivos de la huelga.

Entre los motivos de la protesta destaca la negativa de las patronales a recoger en los convenios la subida del salario mínimo de 950 euros, que tratan de eludir ampliando la jornada anual.

"Ambos sindicatos hemos tenido que interponer conflictos colectivos para que se apliquen correctamente las tablas salariales del salario mínimo interprofesional de 2019 y de 2020 en los convenios del campo", han informado los secretarios generales de CC OO y UGT, Santiago Navarro y Antonio Jiménez, respectivamente, a los que acompañaron representantes de las federaciones de Industria de ambos sindicatos, Enrique Bruna y Ramón Inarejos.

Los dirigentes sindicales han denunciado que los empresarios se están negando a negociar los convenios colectivos más importantes del campo murciano: el agrícola, forestal y pecuario y el de cosecheros y productores de tomate, que abarca a unos 40.000 trabajadores.

Han censurado que, mientras los empresarios se "jactan" de que el trabajo primario es "esencial" para garantizar la producción y el consumo alimentarios durante la crisis generada por el coronavirus, rechazan lograr acuerdos que permitan a sus empleados "avanzar en derechos laborales".

El secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Enrique Bruna, dijo que los empresarios de ambos sectores están planteando recortes como implantar una jornada de siete días a la semana o que haya más flexibilidad en los horarios y turnos laborales.

Para el secretario general de UGT, Antonio Jiménez, el campo murciano no puede "vivir y competir" reduciendo "más y más" las condiciones laborales "míseras" de sus trabajadores, que, en muchos casos, según ha alertado, están trabajando sin cumplirse las medidas de seguridad y protección implantadas contra el coronavirus.

Santiago Navarro recordó la discriminación que sufren los trabajadores fijos discontinuos, quienes llevan años tratando de conseguir que se les reconozcan sus cotizaciones para que dejen de cobrar hasta un euro al día cuando están de baja por enfermedad.

UGT y CC OO han considerado "urgente" atajar la "desprotección y precariedad" que "no hace más que extenderse" en el sector primario regional y que, han advertido, está dando lugar a "vulneraciones flagrantes" de los derechos laborales más elementales.

Recordaron que se están produciendo graves casos de acoso y agresión sexual, de explotación laboral y de incumplimientos en materia preventiva, que han llegado a saldarse con fallecimientos y accidentes que podrían haberse evitado.