Fuentes del Hospital La Arrixaca han informado a esta Redacción que la situación en la UCI de este centro está llegando a límites críticos. La ratio de pacientes que requieren cuidados intensivos ha llegado a siete por cada técnico en cuidados de enfermería, y la media en las últimas semanas rondaría las cinco unidades por cada uno de estos profesionales, unas cifras «imposibles de gestionar».

De hecho, desde el Sindicato de Enfermería, SATSE, que ha reclamado de manera reiterada el aumento de las plantillas de enfermeros y técnicos en cuidados de enfermería que prestan sus servicios en las UCI, se informa que lo deseable es que no se superen, en ningún caso, los dos pacientes por cada enfermero, que es la ratio recomendada por los expertos. Sólo así puede darse una atención y cuidados suficientes a los pacientes afectados por la covid y al conjunto de aquellos que sufren otras enfermedades.

Por otra lado, los trabajadores también alertan de la falta de formación específica, «no tiene nada que ver el trabajo que se realiza en planta con el que se requiere en UCI, tanto el que tiene que ver con enfermería como el de los TCAE», los técnicos en cuidados auxiliares de Enfermería, lo que antiguamente se conocía como auxiliar de clínica.

La presión asistencial es tan alta en las últimas semanas que estos trabajadores han comparado el ambiente con el que habría en una «situación de guerra»; ese contexto también está provocando que tanto enfermeros como técnicos en cuidados auxiliares de enfermería estén realizando tareas que no son propias de su perfil laboral, «y estarían rozando el intrusismo», señala uno de los profesionales.

Una de las cuestiones que más indignan a estos trabajadores es la falta de planificación y se preguntan cómo es posible que «despidieran a los que aprendieron en la UCI en la primera ola, y ahora no haya, ni encuentren gente con experiencia».