La Universidad de Murcia ha estado involucrada en un estudio sobre los factores ambientales relacionados con la propagación del COVID-19 que sugieren que la radiación ultravioleta (UVR), la temperatura y la humedad son factores que afectan la propagación del virus.

La investigación provisional, sujeta a revisión y evaluación por expertos, sobre los factores ambientales relacionados con la propagación de COVID-19 sugiere que la radiación ultravioleta, la temperatura y la humedad son factores que afectan la propagación del virus.

El estudio publicado como preimpresión en el servidor arXiv de la Universidad de Cornell examinó Italia, España y Australia durante un período de nueve semanas después del bloqueo y descubrió que el número de casos notificados de COVID-19 disminuyó a medida que aumentaba la radiación ultravioleta natural.

Las altas temperaturas y la humedad mejoraron el efecto. Los investigadores vincularon estos resultados con el comportamiento de los murciélagos portadores de coronavirus y sugieren que esas características del comportamiento de los murciélagos, particularmente el comportamiento nocturno y vivir en cuevas y en grandes grupos, son las características evolutivas a largo plazo que han caracterizado a los coronavirus durante millones de años de vida.

Los autores enfatizan que el bloqueo ha sido el factor primordial clave para aplanar la curva de crecimiento de la enfermedad y que la influencia de las variables ambientales identificadas debe verse en un contexto coevolutivo y como telón de fondo. Destacan que la lección se puede aprender del comportamiento de los murciélagos.

Las actividades humanas que se asemejan a las de los murciélagos cavernícolas altamente sociales solo servirán para exacerbar el problema. Por lo tanto, deben evitarse las reuniones nocturnas o las actividades interiores de alta densidad, por ejemplo.

Los autores de la investigación incluyen científicos del Museo Nacional de Gibraltar, los Jardines Botánicos de Gibraltar y la Universidad de Gibraltar, así como científicos de la Universidad de Murcia, la Universidad de Toronto y el Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

Los autores enfatizan que han presentado sus resultados para que los expertos puedan evaluarlos rápidamente. Por lo tanto, actualmente no se debe confiar en estos resultados sin contexto para guiar la práctica clínica del comportamiento relacionado con la salud y no se deben informar en los medios de comunicación como información establecida sin consultar a múltiples expertos en el campo.