La hostelería no tiene la culpa de los contagios. Este el mensaje claro que el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, quiso trasladar después de reunirse con la patronal Croem en la tarde de ayer jueves para definir el plan de rescate al sector que desde mañana tendrá que echar la persiana abajo.

«La hostelería no transmite el virus y los hosteleros son víctimas de la pandemia», señalaba en rueda de prensa el presidente, que insistió en la idea de que se debe cortar cualquier actividad que implique interacción social sin mascarilla y entre personas no convivientes.

Con este argumento sale el Gobierno regional a defender la medida de cierre de la hostelería y, ante el monumental enfado que mostraron el miércoles las patronales del sector por la restricción que aprobó el Comité de Seguimiento de la Covid-19, promete «subvencionar el gasto» de los hosteleros en los 14 días que dure la clausura de los locales.

En ese paquete económico, la nueva mesa de trabajo que se ha constituido entre la Croem y el Gobierno regional adelanta que habrá una línea de ayudas a fondo perdido para cubrir los gastos corrientes de los locales como el alquiler, los alimentos perecederos o el consumo eléctrico o de agua. El presidente no aclaró con qué dinero contarán para ese paquete de ayudas, pero el presidente de la patronal Croem, José María Albarracín, que acompañó a López Miras en la reunión y en la rueda de prensa, aseguró que esas subvenciones están en el mismo nivel de todo lo que exigía el sector hostelero para aguantar el cierre.

Las promesas de cubrir la cuota de autónomo o el pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) también entran dentro de este plan de rescate con fondos económicos regionales. «Mañana (por hoy) creemos que podemos alcanzar un acuerdo», reflejaba el presidente de la Croem, mientras que López Miras señalaba que espera llevar la medida al Consejo de Gobierno de la próxima semana para su aprobación. Durante la tarde y noche de ayer y hoy viernes por la mañana se seguirán reuniendo los técnicos que conforman esta mesa de trabajo para lograr un acuerdo entre la patronal y el Ejecutivo.

Las posturas «pueden resultar diferentes» en algunos puntos, remarcaba Albarracín, pero añadió que salen satisfechos de la reunión y el primer contacto.

Encima de la mesa está también poner a disposición de los hosteleros un comité de expertos que ayuden a asesorar en cualquier duda financiera o sobre la gestión de los locales. Respecto a las movilizaciones que pretenden llevar a cabo los hosteleros mañana sábado, Albarracín no creía necesario que se llevaran a cabo porque se mostraba convencido de que las ayudas a fondo perdido contentarían al sector. «Esa inyección de liquidez contempla un paquete importante de fondos directos» cuya cuantía y definición de líneas de apoyo económico se pretenden dar a conocer este viernes.

Todas las decisiones que se aprueben desde el Gobierno regional vienen avaladas por los expertos en epidemiología y en Salud Pública. En este punto quiso insistir ayer López Miras a la hora de justificar el motivo por el que se obligaba a cerrar a los bares y restaurantes. «Son inasumibles» los datos que mantiene la Región en cuanto a contagios y el presidente llama a no «normalizar la muerte».

Se mostró convencido de que todas las medidas restrictivas impuestas tanto por el Gobierno central como regional ayudarán a rebajar los contagios. En la hostelería vio un problema el presidente por ser un escenario de relajamiento social donde se juntan personas no convivientes que se quitan la mascarilla, algo que a su parecer no ocurre en otro tipo de comercios.

"La cancelación de la actividad debe ser la última opción"

La Asociación de Empresarios y Comerciantes del Segura (ASECOM) mostró ayer su «disconformidad» con la medida adoptada por el Gobierno regional. «Los datos no son concluyentes para señalar que el problema esté únicamente en el sector hostelero», indicó el presidente de ASECOM, Eloy Jiménez, en la misma línea que la postura defendida desde el anuncio del cierre por la patronal murciana, Hostemur. Jiménez alertó, asimismo, de que «el cierre de bares y restaurantes, donde se lleva control del seguimiento de las medidas higiénico-sanitarias, conllevará el aumento de las reuniones privadas donde el control es imposible».

Además, consideró que una medida de este calado debería ir acompañada de ayudas económicas y que cancelar la actividad económica debería ser la última opción.