Este trastorno consiste en deslizar o frotar los dientes de ambas mandíbulas. En algunos casos, produce fractura vertical o rotura de piezas dentales si el movimiento es muy intenso o la salud de las piezas es débil. El bruxismo puede darse de forma inconsciente tanto durante el día como por la noche, pero cuando dormimos puede ser más problemático. La Sociedad Española de Ortodoncia asegura en este sentido que «cuando las líneas medias dentarias no están correctamente alineadas, la mordida no es buena, y al mover la mandíbula se van a sobrecargar más unos dientes que otros», sobrecarga que es más difícil de controlar durante el sueño y que por tanto tiene mayores consecuencias en forma de jaquecas, dolor muscular, especialmente en la articulación temporomandibular (ATM) y fracturas dentales.

Está provocado por un estado de inquietud que afecta a la calidad del sueño, por lo que el aumento de su prevalencia durante estos meses es un reflejo del estado psicológico de la población.