Preguntado por cómo afronta su gremio la crisis económica que acarrea la pandemia, Pedro Caballero apunta que «tenemos preocupación», dado que «el 98% del sector es privado y dependemos de la economía de las familias». Por tanto, los odontólogos son conscientes de que, si en un hogar se quedan en paro o una persona está en ERTE, «no pueden dedicar el presupuesto familiar» a visitar al dentista. En este sentido, temen que se descuide la salud bucodental de los murcianos. Para el profesional «que es autónomo y regenta una consulta, que al final es una pyme, la preocupación es mucha» ante el descenso de pacientes.

«Las personas que van a tratarse un dolor o que tienen problemas masticatorios, irán, porque es lo últimos que se quita uno», comenta Caballero, al tiempo que apostilla que el ámbito estético será, previsiblemente, el que note más el descenso de pacientes.

Y es que «carillas estéticas, blanqueamientos... todo eso pasa a un segundo plano» cuando la situación económica no es boyante, sostiene el presidente del Colegio de Odontólogos de la Región de Murcia. Más en un momento en que la mascarilla tapa literalmente la boca.

Esto va unido, por otro lado, a «la anulación de citas por los confinamientos, por las cuarentenas personales» de vecinos que, de la noche a la mañana, se encuentran con que han de permanecer aisladas, porque han tenido contacto estrecho con un positivo en coronavirus. «Y te llama un paciente y te anula la agenda», manifiesta. Algo que «en determinados municipios, como Lorca, se ha notado más».