­

Al igual que sucede en cualquier sector profesional, las empresas funerarias se enfrentan al reto de ofrecer las respuestas que se demandan a raíz de los cambios sociales y la evolución de las preferencias de las personas. El proceso de adaptación a las nuevas técnicas en este ramo se desarrolla a un ritmo más lento que en otros, pero también se han ido introduciendo novedades que han traído consigo una mejor atención al cliente.

Las empresas funerarias han ido incorporando, con el paso de los años, una serie de servicios a través de los cuales han podido apoyar a las personas que han sufrido pérdidas de seres queridos, así como actividades de índole cultural para la sociedad en general. Así se pudo comprobar, por ejemplo, en la última edición de la feria Funermostra, donde los asistentes pudieron contemplar desde ataúdes con cristales de Swarovski hasta urnas funerarias interactivas, pasando por huellas dactilares del difunto grabadas en una joya.

Porque la tecnología y las soluciones medioambientales (como el reciclaje de los restos de metales que quedan tras la incineración, y féretros ecológicos con terminaciones naturales a base de tintes, fondos y acabados al agua) también llaman a la puerta del sector funerario.