Inmaculada Alcázar es técnica de gestión de la Dirección General de Mujer y Diversidad de Género y coordina el servicio de interpretación telefónica de idiomas para mujeres extranjeras que no hablan español.

¿Cuánto de vocacional tiene su profesión?

Soy trabajadora social, y es una de las profesiones más vocacionales que conozco. Mi vocación es tal que previamente completé la carrera de Derecho y, tras ello, inicié Trabajo Social. En la actualidad, trabajo en un terreno duro y complicado, pero a la vez gratificante porque, a pesar de que lo más sonado son los datos de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, existe otra realidad fundamental y muy positiva, que es el de las mujeres que reciben el apoyo profesional y social necesario para salir del círculo de la violencia y volver a tomar las riendas de su vida. Saber que de alguna manera participas en ese proceso de apoyo, da sentido a tu trabajo.

¿Cuáles son los idiomas mayoritarios en los que se atiende a estas mujeres?

En lo que llevamos de año, el idioma más usado, con más del 80% del consumo realizado, es el árabe marroquí. A mucha distancia le siguen los siguientes: búlgaro, francés, wolof, inglés e indi.

¿Cómo se consigue a traductores de los 51 idiomas en los que atienden?

El servicio está contratado con una empresa, que es la que se encarga de contar con un equipo de intérpretes con formación y entrenamiento específico (cuenta con más de 130 intérpretes). Se ofrece las 24 horas, los 365 días del año y una de sus principales ventajas es la inmediatez.

¿Son doblemente vulnerables estas mujeres víctimas?

Efectivamente, su situación es mucho más vulnerable: se encuentran en un país con una cultura diferente, en el que desconocen los derechos que asisten a las víctimas de violencia, los recursos puestos a su disposición. Algunas de ellas, han vivido completamente aisladas durante el tiempo que están en España. Si a ello le unes el desconocimiento del idioma, el sentimiento de desconcierto e indefensión que puede llegar a tener la mujer extranjera es enorme. Precisamente, el servicio de interpretación telefónica es un medio para reducir este sentimiento de indefensión y para facilitar la comunicación con profesionales que le van a apoyar en todo el proceso.

¿Qué es lo primero que demandan estas mujeres al pedir auxilio?

En ocasiones, estas mujeres llegan a nuestros recursos tras haber intervenido la policía y haberse iniciado un procedimiento judicial por violencia. Otras veces acceden a nuestros recursos por derivación de servicios públicos (sociales, sanitarios...) o privados. Según las circunstancias, pueden necesitar, de manera urgente, un alojamiento inmediato, para ellas y los/as menores a su cargo, que se les proporciona en el Centro de Emergencia. Asimismo, suelen demandar asesoramiento legal, apoyo psicológico, orientación para su inserción laboral, gestión de ayudas económicas, etcétera.

¿Creen que hay muchas mujeres que no dan el paso de pedir ayuda precisamente por un problema con el idioma a priori?

Muchos factores pueden influir: no saber dónde recurrir, creer que van a sufrir perjuicios si acuden a las instituciones públicas (miedo por su situación irregular, temor a perder a su hijos...). Y, por supuesto, el peso de desconocer el idioma.