La Región de Murcia vivía anoche su Halloween más atípico, con toque de queda incluido, lo que no impidió a muchos sacar disfraz y echarse a la calle cuanto antes. No solo fue noche de disturbios: algunos tiraron de ingenio y le echaron mucho humor. El disfraz de este año, el que da más miedo, estaba claro: coronavirus.

A pesar de la crisis sanitaria y de las restricciones para prevenir la expansión de la pandemia, muchos cartageneros se echaban anoche a las calles del centro caracterizados de sus personajes favoritos para celebrar esta singular jornada de Halloween.

Sin embargo, un terrorífico disfraz llamó la atención de todos los viandantes. El coronavirus de cuerpo presente se personaba anoche en las Puertas de Murcia. Un original disfraz “hecho a mano” según indicó su autor, que constaba de dos piezas: una corona y un traje de cartón verde, que simulaba un agente infeccioso. Comentó que había empleado rollos de papel higiénico para tan singular confección.

Algunos transeúntes se limitaban a observar y comentaban: "Mira, qué bueno, un disfraz de coronavirus", mientras que otros pedían fotos al que fue, sin pretenderlo, el disfraz más espeluznante de la noche.

En algunos barrios de Murcia, por otro lado, adolescentes aprovecharon la tarde para quedar con sus amigos y dar una vuelta. Disfraces de bruja, de esqueleto y el más sencillo, compuesto tan solo por una diadema con cuernos rojos o una araña peluda, al gusto, se dejaron ver por la capital de la Región. En bancos del concurrido jardín del Malecón, grupos de niños disfrazados entonaban canciones siniestras y sus mayores se veían obligados a llamarles la atención: "estáis molestando a la gente, tirad para el sitio de juegos".