El complejo comercial ubicado en Espinardo sufrió ayer un duro golpe a su oferta tras el cierre definitivo de las tiendas de El Corte Inglés e Hipercor, inauguradas en 2009 coincidiendo con la etapa más complicada de la crisis económica, incapaces durante más de una década de alcanzar los resultados previstos en un inicio por sus promotores.

El último día de servicios de ambas tiendas fue recibido por los consumidores sin excesivo fervor, atrayendo en la mayoría de los casos a familias que se sumaron a grupos de jóvenes que en diferentes grupos de 3 personas ocupaban los locales de restauración.

Al cierre de estos comercios se le suma la escasa oferta de servicios que la galería comercial ha dispuesto desde su apertura en 2009, concibiéndose un centro comercial capaz de albergar un total de 138 tiendas de las cuales la gran mayoría no consiguió ni siquiera llegar a abrir.

Ahora el foco se centra en los tribunales, tras el anuncio de reclamo de 36 millones por parte de El Corte Inglés al grupo aragonés Pikolin, con quien comparte la propiedad del Myrtea.