La entrada en vigor del toque de queda ha vuelto a dejar a los transportistas de la Región sin bares de carretera a los que acudir durante la noche. El presidente de la patronal del transporte Froet, Pedro Díaz, recordaba este lunes que los conductores ya habían empezado a sufrir este problema en Cataluña desde que la Generalitat decidió cerrar la hostelería ante el descontrol de la pandemia de coronavirus, pero ahora se extiende a todo el territorio nacional.

«Volvemos al principio», recordó Pedro Díaz refiriéndose a los días más duros del confinamiento, cuando se cerró toda la hostelería en España, lo que impedía a los transportistas utilizar los aseos de los establecimientos situados en las carreteras y en las áreas de servicio en las que paran para hacer sus descansos obligatorios.

Ante las graves dificultades que debían soportar los conductores en aquel momento el Ministerio de Transportes llegó a un acuerdo con varios hoteles de la Región, que abrieron para atender al personal de los servicios de urgencia que estaba prestando servicio en Murcia, con el fin de que permitieran también la entrada de los transportistas.

Sin embargo, Pedro Díaz recordó que la mayoría de estos establecimientos hoteleros estaban en el caso urbano de las ciudades, por lo que no resultaban accesibles para los vehículos pesados.

El presidente de la Froet explicaba ayer que la patronal nacional del transporte está realizando gestiones par volver a establecer algún tipo de servicio nocturno en los establecimientos de hostelería de las carreteras y de los polígonos industriales, que ahora deben permanecer cerrados en algunas comunidades autónomas incluso a partir de las 22.00 horas, aunque en otras el toque de queda no se aplica hasta la medianoche.

«Va a ser muy complicado. Pero hay que seguir sirviendo a Mercamadrid, aunque las condiciones de trabajo van a ser más duras y muy complicadas», señalaba.