La implantación del toque de queda en toda la Región no solo va a afectar a la hostelería, también al sector cultural, que al igual que bares y restaurantes, tendrán que bajar la persiana -en este caso, el telón- con tiempo suficiente para que su público regrese a casa antes de las once de la noche. Lo que significa que la de ayer, lunes, fue una jornada intensa en la Consejería, concejalías de los diversos municipios y en los diferentes espacios privados de toda la comunidad con conciertos, funciones o sesiones previstas para las próximas semanas.

«En estos momentos estamos revisando y reprogramando todos nuestros espectáculos» fue la frase estrella del día, empezando por la propia administración autonómica. «En principio, todos nuestros eventos culturales se van a mantener y el mayor cambio puede ser el adelanto de la hora de comienzo de las actividades para garantizar que tanto público como trabajadores puedan estar en sus hogares antes de las once de la noche. Como ejemplos, los conciertos de Manel y Kutxi Romero de este fin de semana en el Auditorio Víctor Villegas: finalmente, ambos comenzarán a las 20.00 horas, con apertura de puertas desde las 19.00», señalaron fuentes de la Consejería.

También por horarios, se está haciendo una reprogramación en la Filmoteca -dependiente de Cultura-, ya que había sesiones después de las 21.00 horas. «Esta reprogramación supondrá contar de forma general con dos pases al día: a las 18.00 y a las 20.00 horas», apuntan desde la Casa Díaz Cassou. Medida similar a la que tendrán que tomar las salas comerciales de la Región: «La última sesión será en torno a las ocho y media», aseguraba ayer Rocío Freixinos, la gerente de Neocine (con espacios en Murcia, Cartagena, Molina y San Javier), quien señalaba que toman esta medida «con resignación».

Y es que, tal y como apuntaba Juan Pablo Soler, responsable de los teatros Romea, Circo y Bernal de Murcia, aunque esta nueva situación no vaya a implicar (seguramente) nuevas cancelaciones, sí puede condicionar la respuesta de los públicos: «Tanto cambio e inestabilidad transmite inseguridad. Aunque hasta el momento estamos llenado (aunque sea con los aforos reducidos) nos da respeto que el espectador que está implicado en la recuperación del sector, que compra entradas y viene a los espectáculos, acabe por desmotivarse». Por supuesto, ellos, al igual que El Batel y el Nuevo Teatro Circo de Cartagena -que van a adelantar todos sus espectáculos, incluidos los del Festival de Jazz, a las ocho de la tarde-, también se encuentran en conversaciones con compañías y bandas para reestructurar los horarios para el próximo mes.

En las mismas está, claro, el Teatro Villa de Molina, que ayer emitía una nota de prensa en la que informaba de los cambios, que afectan a todo lo agendado hasta final de año: las obras y espectáculos programados en jueves o viernes serán a las 20.30 horas, mientras que los que caigan en sábado comenzarán a las 20.00 horas; los shows infantiles y funciones familiares se quedan como están, a las 18.00 horas. Lo que no parece que vaya a afectar en demasía ni a este ni al resto de escenarios de la Región es la limitación de aforo al 50%, ya que si se respeta la distancia interpersonal entre butacas (como efectivamente se está haciendo) prácticamente ningún espacio en Murcia puede poner a la venta la mitad de sus butacas: «Nosotros estaremos entre un 20 y un 30%, y así vamos a seguir», apunta Soler.

Con la actividad de las salas de conciertos prácticamente congelada desde hace semanas -las excepciones pueden contarse con los dedos de una mano; sirva de ejemplo el ciclo de conciertos en streaming y a puerta cerrada que se está desarrollando en Garaje Beat Club- y los teatros garantizando la no suspensión de sus espectáculos, los cines podrían parecer los grandes perjudicados de esta nueva medida, aunque supone el enésimo obstáculo a superar por parte de quienes viven del sector cultural. Por ello, desde la Mesa de las Artes Escénicas de la Región de Murcia se ha convocado para esta tarde (20.00 horas) un «acto simbólico con carácter reivindicativo» frente al Romea ante la que consideran como «una situación insostenible». «La poca decisión de algunas administraciones a la hora de reactivar el ámbito escénico regional están llevándonos al límite. La supervivencia de nuestra industria se halla gravemente comprometida», lamentan en una nota de prensa.