Las universidades de Murcia y Cartagena y la Consejería de Universidades reconocen que se han detectado y abortado ciertas situaciones de riesgo entre el alumnado relacionadas con el ocio». Los recintos universitarios son lugares seguros y así lo reconocen tanto el Ministerio de Universidades como la Consejería, pero el problema surge con la actividad de los universitarios fuera del entorno académico.

Es aquí donde, según reconocen fuentes de la UMU, el profesorado y personal de la universidad han logrado frenar «intentos de fiesta puntuales» como es el caso de las novatadas, celebraciones típicas a comienzo de curso dirigidas a los alumnos de primero, y otras actividades de ocio dentro de las instalaciones universitarias.

Por otra parte, en las propias residencias universitarias, que siguen un plan de contingencia elaborado a partir de una guía de prevención en las universidades publicada en julio por la Consejería de Universidades, no ha existido hasta ahora ningún brote o positivo registrado en las que dependen de las universidades regionales. Sin embargo, reconocen desde la UMU, el director de la residencia Colegio Mayor Azarbe ha tenido que intervenir a la hora de poner coto a las aglomeraciones o encuentros entre los alumnos en las instalaciones.

La reunión entre los ministerios de Universidades y Sanidad con las comunidades celebrada ayer vino a poner encima de la mesa que hay que impulsar una mayor concienciación sobre los jóvenes univesitarios ante los brotes en residencias o fiestas ilegales en pisos de estudiantes registradas en diversas provincias de España. Desde Murcia, a través de diferentes reuniones entre Consejería, universidades y residencias, reclaman al alumnado responsabilidad con el tiempo de ocio fuera los campus.

El consejero de Universidades, Miguel Motas, ha pedido al Ministerio que haga una verificación de la incidencia de positivos entre universitarios y jóvenes que tienen una edad compatible con ser estudiantes de grado superior pero que no lo son, «con el fin de no criminalizar a los alumnos, ya que estos piden una depuración de responsabilidades».