Los más de 4.500 médicos que trabajan en la Sanidad murciana están llamados a parar el próximo 27 de octubre para secundar la huelga nacional que ha convocado el Sindicato Médico Cesm y que ha sido respaldada desde la delegación de la Región de Murcia.

El objetivo de esta protesta sanitaria es que el Gobierno retire el real decreto 29/2020 con el que se permite la contratación de médicos que no cuenten con la especialidad para cubrir las necesidades de profesionales ante la pandemia del coronavirus. Un planteamiento que «deja sin cobertura legal a los profesionales, se salta la legislación española y permite la contratación de médicos 'low cost' que ejercerán de especialistas sin serlo y a bajo coste», tal y como denuncia la secretaría nacional de Cesm y tesorera de Cesm Región de Murcia, María José Campillo.

Campillo ha acompañado este martes al secretario general de Cesm, Ángel Victoria, y al vicepresidente del Comité de Empresa del SMS, Santiago Serrano, en la presentación de la convocatoria de huelga que tendrá lugar la próxima semana. En el encuentro han puesto de relieve las necesidades del sistema sanitario «del que todos estamos orgullosos y que lleva aguantando una década de recortes, con plantillas que no han crecido pese al abordaje cada vez más complejo de muchas enfermedades».

Según los responsables del Sindicato Médico, este real decreto supone un grave riesgo para la población, ya que «el paciente puede ser atendido por su médico, por otro facultativo de otra especialidad o incluso por un enfermero, ya que se otorgan a la enfermería funciones de los propios médicos de Atención Primaria».

A la convocatoria de huelga nacional se suma también la convocatoria de protesta MIR en la Región de Murcia, el mismo día 27, ya que los responsables del Comité de Empresa del SMS consideran que éste no les tiene en cuenta al bloquear las negociaciones que vienen manteniendo desde hace meses para contar con un convenio colectivo para los residentes.

Santiago Serrano acusa a la Administración de no tener ningún interés por el personal residente y explica que entre las peticiones de este colectivo destaca que se respeten los horarios dentro del contrato, «ya que muchos compañeros hacen más de las 37,5 horas semanales con tardes y sábados» y que se garanticen lo descansos tras las guardias porque, recuerdan, «estamos trabajando con personas y con su salud».

'Camas calientes' para los MIR

Los residentes también denuncian los problemas de espacio que tienen en las zonas de descanso de los centros sanitarios, «donde estamos hacinados», incluso con 'camas calientes' que son usadas por varios profesionales sin que se haga el cambio de sábanas.

Ángel Victoria también insiste en que Atención Primaria «está en una situación desesperada, ya que se le ha sobrecargado con funciones propias y extrañas» y critica que se mantenga durante semanas a centros de salud en rojo sin tomar medidas.

UGT rechaza usar los SUAP para vacunaciones y test de antígenos

UGT rechaza usar los SUAP para vacunaciones y test de antígenosLa Federación de Empleados de los Servicios Públicos de UGT (FeSP-UGT) Región de Murcia ha rechazado la última orden del Servicio Murciano de Salud (SMS) sobre el uso de las instalaciones de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) para que «los Equipos de Atención Primaria (EAP) realicen los test rápidos e incluso la vacunación de la gripe por incrementar el riesgo de contagio para personal y usuarios».

En un comunicado remitido por el sindicato, FeSP-UGT apunta que las instrucciones de uso de instalaciones compartidas entre los SUAP y los centros de salud que plantea el SMS provocan «entre otros problemas la realización de la limpieza y desinfección necesaria de las instalaciones después de su uso por parte de un equipo, para su entrega en condiciones para otro nuevo uso, ya que no hay separación física ni horaria entre estas actividades y evidencia que los centros se están quedando pequeños ante la demanda asistencial». En este sentido, el sindicado considera que «supondrá problemas para que se pueda mantener el doble circuito para separar a los pacientes respiratorios y, por tanto, sospechosos de Covid-19, de los pacientes con patologías comunes».