Los profesionales del SUAP de Alhama de Murcia no ganan para sustos. Sus quejas por las malas condiciones en las que se encuentra el centro son constantes y a ellas se sumó ayer la caída de parte de un falso techo que, por suerte, no causó daños personales.

Los sanitarios, quienes llevan casi diez años esperando un traslado que no llega, explican que trabajan «hacinados», ya que «las instalaciones son pequeñas y viejas, lo que no nos permite cumplir con las medidas de seguridad anticovid». Esta situación les llevó el pasado mes de junio a poner una denuncia ante Salud Laboral, «a la que nos contestaron afirmando que no reunimos las condiciones necesarias».