Las medidas de seguridad sanitaria para evitar contagios por coronavirus condicionaron la celebración de las elecciones bolivianas en Murcia en las que 6.000 personas estaban llamadas a votar.

Hasta tal punto que, a pocas horas de que se abrieran las ánforas, palabra que utilizan para nombrar a las urnas, el lugar de la votación pasó de la FREMM a una zona de la explanada del Centro Comercial Tadher, ante el temor de que muchas personas se aglutinasen en un espacio cerrado.

El personal de seguridad y agentes de la Policía Nacional tomaron la temperatura a los electores antes de entrar al recinto de votación y controlaron las distancias de seguridad, lo que propició colas y aglomeraciones en la entrada.

Varios bolivianos se quejaron de que cuando se personaron en la mesa para votar, no aparecían en la lista de personas que debían votar desde España.

Uno de los perjudicados por esta situación fue José Luis Aguilera. Explicó indignado que «hay mucha gente que ha votado en otras elecciones y ahora sale que no está inscrito, un montón de gente». «En 20 minutos me he encontrado con ocho que no han podido votar por esto», aseguró Aguilera.

«Es una estafa»

«Yo llevo 18 años viviendo aquí, que me digan ahora que no puedo votar es una vergüenza», relató Aguilera. Contó que en las últimas elecciones ya siguió el procedimiento de inscripción para votar desde España y que si no se ha mudado desde entonces, debería seguir en el registro. «Es una estafa, un robo lo que está pasando aquí», sentenció.

Aguilera pudo compartir sus quejas directamente con la representante del órgano electoral boliviano, Patricia Fernández, cuando salió a atender a LA OPINIÓN. Fernández reconoció que había «constancia» de que habían personas en esa situación.

Aseguró que iban a «informar al órgano electoral» de la situación, pero consideró que se trataba de «casos puntuales». «Son casi 6.000 bolivianos y solo se han detectado veinte casos», afirmó Fernández, «luego nos vamos a comunicar con ellos para saber qué procedimiento tienen que seguir».

Por lo demás, la representante del órgano electoral boliviano explicó que la mañana había sido «muy fluida». «Ha venido mucha gente y ha habido un poco de aglomeración, pero ha sido lo mínimo», aseguró.

Menos participación

Los miembros de las mesas electorales tenían la sensación de que la participación había descendido con respecto a otros comicios.

Horas antes de que se cerrasen las urnas, el secretario de la mesa 11, Wilmer Gallardo, cifró en un 50% la participación. «A última hora cambiaron el recinto de la FREMM a aquí. Por ese tema ha habido un poco de falta de gente», consideró. «En nuestra mesa la mañana ha sido tranquila, pero en el resto de mesas ha sido apresurada», afirmó. Además, Gallardo achacó las largas colas que se produjeron por la mañana a «medidas de seguridad, las distancias que hay que guardar y que el aforo aquí es limitado para evitar contagios».

En la mesa 12 la participación era mayor, del 60%, pero el vocal de la mesa, David González también afirmaba que «es mucho menos que en otras elecciones». Confirmó que habían personas que no constaban en las listas y achacó la bajada en la participación a «los problemas que ha habido en Bolivia».