Dos pateras con al menos 20 personas a bordo han alcanzado en las últimas horas el litoral de la Región, confirma la Delegación del Gobierno en Murcia. Aunque hace apenas unos días el organismo que dirige José Vélez anunciaba que el puerto de Cartagena se había vaciado de inmigrantes, el campamento ha vuelto a montarse con la llegada de estas barcazas.

Llegaron de madrugada. Una de las barcas, con una decena de viajeros a bordo, fue interceptada por la Benemérita al sur del Monte de las Cenizas. Asimismo, la Guardia Civil localizaba y procedía a detener a cuatro inmigrantes que habían tocado tierra en la playa de El Gorguel. Horas después, hallaban a seis personas más.

Esta segunda embarcación no fue interceptada en alta mar y logró llegar a la costa. Según explican fuentes cercanas al caso, no se descarta que en esta patera viajasen más personas, que habrían conseguido escapar.

Los migrantes son de nacionalidad argelina y han sido llevados a la dársena de Escombreras, en Cartagena. A pie de puerto, agentes de la Policía Nacional, Cuerpo que tiene las competencias en Extranjería, vuelven a verse en cuadro para vigilar y controlar a los argelinos, especialmente hasta la llegada de miembros de Cruz Roja, la organización que en la dársena se ocupa de ellos. Sindicatos policiales llevan tiempo denunciando ante la Delegación de Vélez la falta de gestión y la improvisación que, a su juicio, existe en materia de inmigración.

El departamento que dirige Manuel Villegas hace PCR a pie de puerto a los inmigrantes. Quienes están contagiados con coronavirus son ingresados en un hospital (aunque no tengan síntomas) y quienes han compartido embarcación con un infectado han de hacer cuarentena. Un aislamiento que, a falta de hogar en la Región, pasan en el Hotel Cenajo, en el Noroeste de la provincia, y antes en el albergue de El Valle, en Murcia. Se dejó de instalar a inmigrantes en pisos debido a las protestas vecinales, especialmente en la barriada murciana de San Antón y en la localidad costera de Los Nietos.