«Me han liado», comenta, sonriente, el nadador Alberto Lorente, preguntado sobre por qué batir el récord de natación a ciegas dando la vuelta al Mar Menor, que es lo que se proponía ayer.

El deportista, nacido y afincado en Barcelona, atiende a LA OPINIÓN por teléfono horas antes de echarse al mar y explica que «hace quince o veinte tuve el placer de venir aquí y estaba espectacular el agua». Alberto Lorente, además, nada por una buena causa: quiere recaudar dinero en favor de la Asociación para la Integración del Discapacitado comarca del Mar Menor (Aidemar), en concreto para que se construya una pista polideportiva en la que personas con distintas capacidades físicas e intelectuales practiquen deportes.

«Vamos a dar la vuelta entera al Mar Menor», subraya el deportista, que se echa al agua con «ceguera práctica», esto es, con unos vinilos en las gafas de nadador.

Lorente no está en ningún momento solo en el agua: siempre hay con él tres personas en kayak, que le irán «guiando» y, además, de noche otras personas nadan junto a él, ya que «veo un 3 por ciento máximo», comenta.

El actual récord de nado a ciegas está imbatido desde 1999 y está fijado en 46 kilómetros.

El reto del joven está previsto que concluya sobre la una de la tarde de hoy en Santiago de la Ribera, en San Javier. Durante las 22 horas del reto, no podría comer ni salir del agua.

El responsable de la organización de retos de Lorente, Francisco Martínez Ros, dijo que se ha abierto una cuenta corriente en la que quien lo desee puede donar dinero a beneficio de Aidemar. Calculó que se necesitan 35.000 euros para hacer la pista para los usuarios con discapacidad, al tiempo que precisó que «no se sabe» cuándo se construirá.