Cinco de las personas que esta semana llegaban en patera al litoral murciano tienen coronavirus, por lo que, aunque no presentan síntomas, ingresan en un hospital de la Región, confirma la Consejería de Salud. Asimismo, 27 personas que viajaban en la misma barcaza que alguno de los contagiados han de hacer cuarentena en el Hotel Cenajo, informa la Delegación del Gobierno, en Murcia, que también anuncia que el campamento del puerto de Cartagena se vacía este sábado.

Desde el departamento que dirige José Vélez apuntaron que la mayoría de los migrantes, una vez se confirma que no tienen covid, pasaron a forma parte del programa de acogida, por lo que distintas organizaciones humanitarias fletaron este sábado autobuses y furgonetas para sacarlos del muelle y trasladarlos a distintas partes de España. Será una oenegé la que se encargará de estas personas.

El campamente fue una zona en la que los agentes de la Policía Nacional estuvieron aguantando condiciones precarias a la hora de custodiar a unas personas que han de aguardar ahí hasta que se les hace la prueba para ver si tienen o no coronavirus. Bajo una sombrilla de publicidad de una marca de helados vigilaban los efectivos, mientras, en las carpas en sí, los inmigrantes cuelgan su ropa y esperan que vayan a hacerle la PCR preceptiva.

A finales del mes de septiembre, el delegado del Gobierno, José Vélez, se reunía con representantes en la Región de sindicatos de la Policía Nacional, que hicieron un frente común para exigirle mejoras en las condiciones de los agentes, especialmente de los que han de estar a pie de puerto. Fue entonces cuando el delegado dijo que una parcela en la zona de Escombreras podría servir para acoger la instalación de un centro provisional para los inmigrantes.

Estado actual del campamento en el puerto de Cartagena.

Casi 400 personas han entrado en la Región por mar de forma irregular esta semana. El departamento que dirige Manuel Villegas hace PCR inmediatas a los inmigrantes, pero no a los policías que los custodian, que han de recurrir a sus compañías aseguradoras y mutuas si quieren realizarse la prueba.

En verano, la Región vivió un goteo de pateras, en las que viajaban cientos de personas. Con el CIE de Sangonera cerrado y la imposibilidad de reportar a nadie a Argelia o Marruecos, los migrantes quedaban en libertad, pues no están acusados de delito alguno, solo de entrada irregular en España.

No obstante, pronto se estableció un protocolo que fijaba que quienes estaban contagiados con coronavirus serían ingresados en un hospital (aunque no tuviesen síntomas) y quienes hubiesen compartido embarcación con un infectado tenían que hacer cuarentena. Un aislamiento que, a falta de hogar en la Región, pasaban en el Hotel Cenajo, en el Noroeste de la provincia, y antes en el albergue de El Valle, en Murcia. Se dejó de instalar a inmigrantes en pisos debido a las protestas vecinales, especialmente en la barriada murciana de San Antón y en la localidad costera de Los Nietos.

Esta misma semana, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Joaquín Segado, anunció la petición de creación de una Comisión de Investigación en la Asamblea sobre las consecuencias de la llegada de inmigrantes a las costas de la Región, según informaron fuentes del PP en un comunicado.

Segado manifestó que «estamos ante una presión sin presentes» que ha dado lugar a «la llegada de más de 3.000 inmigrantes a nuestras costas en una situación sanitaria especialmente delicada» debido a la pandemia.