Mario Weitz es actualmente director general de Consulta Abierta, Profesor de ESIC, Consultor de la Comisión Europea y del Banco Mundial en temas económicos y formador en bancos y grandes empresas españolas y europeas. Ha trabajado como economista en el Banco Mundial, y en el Fondo Monetario Internacional. Además, fue miembro consultor del Informe de la Situación Económica Mundial presentado en Dubai en la Asamblea del FMI y el Banco Mundial.

El experto económico realizó en la ponencia magistral organizada por Prensa Ibérica y LA OPINIÓN un viaje desde la perspectiva macroeconómica hasta las deficiencias y oportunidades que tiene la Región en el contexto epidemiológico actual, pasando por un análisis de la respuesta española ante la crisis.

A nivel internacional fue claro y contundente, «nos espera una recesión fuerte a nivel mundial», pero eliminó de ese pronóstico negativo a Asia y sostuvo que «China es el único país importante del mundo que va a crecer, un uno por ciento en este momento, pero con perspectivas de gran crecimiento para el próximo año». En cuanto a la región asiática en su conjunto considera que se espera un gran crecimiento hasta el punto de que llegó a afirmar que una de las recomendaciones del Banco Mundial es que la exportación regional se fije en esos mercados a medio plazo.

Para Weitz es llamativo que sea España el país industrial con peores pronósticos económicos, con una caída muy acusada del PIB, cuyo último dato se sitúa en el -12 por ciento, con un incremento fuerte del desempleo que en diciembre se acercará 18-19 por ciento, «sin contar con los 700.000 ERTE que está por ver cómo terminarán», y con un aumento de la deuda pública que puede llegar al 120 por ciento del PIB cuando debería estar en el 60.

La primera parada geográfica de este consultor de la Comisión Europea y del Banco Mundial fue Estados Unidos, «hay elecciones en pocas semanas y eso genera incertidumbre en un momento en que las bolsas están muy tensionadas». Sobre la recesión mundial recordó que existen cuatro maneras de crecer, mediante «el consumo, la inversión, gasto público o exportación», y que esos cuatro ejes se han visto resentidos, «sobre el consumo es evidente, baja el salario y sube el paro, pero luego está ese fenómeno que se da en todo el mundo y es que la gente asustada ahorra». En cuanto a la inversión, «no la hay ni pública ni privada», y sobre el gasto público informó que el Banco Mundial entiende que se gaste más ahora, pero habrá que ir reduciéndolo en el futuro «porque esa circunstancia unida al descenso de la recaudación provoca que se dispare el déficit fiscal».

Región de Murcia en Marcha: Los titulares del webinar con Mario Weitz

Región de Murcia en Marcha: Los titulares del webinar con Mario Weitz

Por todo ello, Mario Weitz entiende que una de las claves para España de cara al próximo año, y una de las recomendaciones del Banco Mundial es «la exportación; siendo optimistas, las vacuna estará en febrero del año que viene, lo que significa que los mercados reaccionarán positivamente en diciembre, entre ellos, los países europeos a los que tradicionalmente exporta España». Para Weitz 2021 puede ser el año de la recuperación para estos países y esto es especialmente interesante para la Región, «ahí tiene una oportunidad en el tema agrícola, a corto plazo con Europa y a medio plazo con Asia».

Weitz destacó además el mal estado de la economía en América Latina donde el peor dato lo tiene Venezuela con un -24 por ciento de PIB, le sigue Perú, -15 por ciento, y Argentina con un -12, y el resto de países entre un 8 y un 9 por ciento negativo, una situación que se explica por la incidencia actual del coronavirus allí, la falta de financiación, la deficiente red asistencial sanitaria «y como España, por un exceso de la llamada economía informal y de las pymes.»

A pesar de que EEUU está atravesando una época complicada, el profesor Weitz asegura que tienen «una economía muy dinámica y entiendo que la caída del 5 por ciento de su 'producto' se verá compensada en el siguiente con una recuperación similar».

A nivel mundial, otro de los mensajes que compartió el exconsejero delegado del FMI es que los tipos de interés seguirán bajo durante un tiempo, «por los menos los dos o tres próximos años. Les puede parecer algo positivo a los que tienen una hipoteca, pero no tanto a los bancos que se benefician de ese diferencial, en cualquier caso, el hecho de imprimir tanto dinero no nos gusta demasiado a los economistas; si pones los tipos de interés en el cero, la gente se endeuda, al aumentar la deuda después toca financiarla».

En 2021 las perspectivas son más optimistas, «posiblemente tardaremos tres o cuatro años en recuperar el nivel de actividad económica que hemos perdido, pero empezaremos a recuperar en 2021» y ese optimismo, insiste, se explica por la previsible llegada de la vacuna, o en su defecto de un medicamento, un tratamiento retroviral efectivo, «siempre pongo de ejemplo el SIDA, no hay vacuna, pero sí un tratamiento antiviral que es caro y no se pueden permitir muchas regiones africanas».

El economista del Banco Mundial hizo mención a las dificultades que tienen los estratos sociales más empobrecidos, «que normalmente trabajan en la economía informal, que no está protegida ante la pandemia, no tienen subsidios, y que por cierto representa en España cerca del 22% del PIB». Otro problema añadido para las personas con menos recursos es su bajo nivel de acceso a la educación, «no tienen dinero para el equipamiento informático necesario y acaban abandonando sus estudios y eso es preocupante porque a largo plazo, los factores de competitividad en la economía de un país pasan por la tecnología, la innovación y la educación».

La llegada de la cuarta revolución industrial fue otro de los temas tratados por el profesor del ESIC, «en este sentido, España es competitiva para el Banco Mundial en cuatros sectores: la alta velocidad, energías limpias, infraestructuras (de las empresas que se dedican a construir puertos, aeropuertos o carreteras, un 15 por ciento son españolas), y la agricultura, donde la Región es una potencia, a la que hay felicitar por su reacción en esta crisis ya que ha logrado mantener la producción y abastecer a los consumidores, lo cual no era ni tan fácil ni tan obvio al principio». Sobre la cuarta revolución Weitz aseguro que el virus ha acelerado considerablemente los plazos para la implantación digital, «si hablas con cualquier banco te dicen que en seis meses han aumentado la digitalización que esperaban implantar en seis años».

Sobre España, aseguró que es necesario cambiar el modelo y no depender tanto del turismo y el ladrillo, aunque aclaró que el Banco Mundial no esta diciendo que se abandonen sectores tan importantes para España, sino que se tenga en cuenta que en el futuro recibirán menos subsidios que irán a parar a otras estrategias que tienen que ver con la economía verde y la innovación. Sobre el turismo apostó por desarrollar más valores añadidos para captar a clientes de alto poder adquisitivo.

«España tiene mucha economía sumergida, tiene mucha pyme, y sus sectores clave hoy se están resintiendo», advirtió Weitz cuya apuesta pasa por la inversión en los sectores que trae consigo la cuarta revolución . Para el experto también existe un «problema de mentalidad, ¿qué le dicen los padres al niño? Pues que sea funcionario y que compre un piso, y eso es cada vez más insostenible».

El Banco Mundial ha advertido al Gobierno español en reiteradas ocasiones que «mucha pequeña empresa autónoma y que debería incentivar la fusión empresarial para soportar mejor las crisis; además es de los países de Europa que menos impulso ha dado a estos sectores, cuando el 98% de las empresas en España son pequeñas o medianas».

La cuestión demográfica es también para Weitz un motivo de alarma, «España es un país de viejos, 1,20 de hijos por pareja, y con una esperanza de vida alta, lo que significa una enorme presión para sostener las pensiones, por lo que tarde o temprano vamos a tener que atrasar la edad de jubilación e incentivar la jubilación tardía; a lo que habría que sumar incentivos para aumentar la natalidad. También se refirió al partido Podemos y a sus estrategias de subir los impuestos, «a ningún economista se le ocurriría en mitad de la crisis que estamos padeciendo, bajar el gasto ni subir los impuestos; si el esquema del presupuesto va a consistir en subir los impuestos a la clase media y castigar al sector privado, resulta preocupante y desaconsejable».