Pedro Antonio Villas, el acusado de matar a otro hombre apuñalándolo por la espalda en el transcurso de una discusión que tuvo lugar a las puertas de un bar del municipio de Puerto Lumbreras en enero de 2018, fue condenado ayer a doce años de prisión tras reconocer los hechos y ser aplicada la confesión como atenuante. El juicio se celebró ayer con Jurado Popular en la Sección 2 de la Audiencia Provincial, con sede en la Ciudad de la Justicia de Murcia.

Finalmente, según reconoció a esta Redacción el letrado defensor, Manuel Maza, se llegó a un acuerdo con la acusación, cuyo abogado fue Raúl Pardo-Geijo, para rebajar la pena de cárcel a más de la mitad de los 25 años iniciales que solicitaba la Fiscalía. «El acusado ha considerado suficiente esta pena y se ha mostrado arrepentido. Ha intentado enmendar su error y ha reconocido los hechos en su integridad», declaró Maza. El hombre cogió un cuchillo de su coche y se lo clavó «por detrás» sin que la víctima pudiese percatarse de que venía, por lo que se considera que existe un asesinato con alevosía, según el letrado.

Aunque en un primer momento el ya condenado aseguró durante su declaración que no quería matar a la víctima, finalmente confesó ante las preguntas de su abogado que era consciente de que la víctima podía fallecer tras el apuñalamiento. También tendrá que pagar al hijo de la víctima una indemnización de unos 27.000 euros.

El otro acusado por un delito de encubrimiento reconoció también que trasladó a Pedro Antonio en coche esa misma noche hasta el centro de la localidad. Aunque le pedían tres años de cárcel, finalmente aceptó la rebaja a tres meses de prisión, que ya cumplió tras ser detenido en el año 2018.

Los hechos se remontan a la madrugada del 27 de enero de 2018, cuando los dos acusados iniciaron una fuerte discusión con la víctima y sus acompañantes en el interior de un bar lumbrerense. La pelea continuó en el exterior del bar y, mientras los contendientes se increpaban mutuamente, el acusado del asesinato se aproximó de forma inesperada por la espalda a Carlos Daniel, la víctima, y le clavó la hoja del cuchillo que previamente fue a recoger de su vehículo.

Todo ello, «sin que la víctima se percatase de ello ni tuviese posibilidad de defenderse». Además, según el fiscal, el presunto autor actuó «con el único y deliberado propósito de acabar» con la vida de su contendiente.