Son más de 300 y al menos uno de ellos tiene coronavirus. Si solo el miércoles llegaron 25 barcazas, en el día de ayer el goteo no cesaba. Un total de 27 personas, todas de nacionalidad argelina y entre las que se encuentran dos menores, llegaban en las últimas horas a las costas de la Región de Murcia a bordo de sendas pateras interceptadas en aguas de Cartagena, informaba la Delegación del Gobierno, organismo que, ayer por la tarde, confirmaba que ya eran más de 315 los extranjeros que habían alcanzado el litoral murciano.

La primera embarcación de ayer, en la que viajaban diez hombres, fue interceptada a doce millas náuticas al sureste del Monte de las Cenizas, en Cartagena, mientras que la segunda lo fue en cala Salitrona de Cabo Tiñoso, también en Cartagena, y en ella viajaban 17 inmigrantes, nueve hombres adultos, seis mujeres y dos menores.

Todos fueron trasladados al puerto de Escombreras para ser atendidos por Cruz Roja, según marca el protocolo de la covid. Han de hacerle a pie de puerto la prueba para ver si tienen o no coronavirus. El resultado tarda unas horas. La persona que se confirmaba en el día de ayer que está infectada, corroboran desde la Delegación del Gobierno en Murcia y desde la Consejería de Salud, ha de ser llevada a un hospital de Cartagena, aunque, a priori, no presenta síntomas. Sus compañeros de barcaza han de hacer cuarentena.

130 al programa de acogida

Desde el organismo que dirige José Vélez apuntaban que hay 130 inmigrantes que pasan directamente al programa de acogida, al no darse ningún contagio en la patera en la que viajaron. Ahora serán repartidos por España, a cargo de una organización humanitaria, tal y como indica la Secretaría de Estado de Migraciones.

El Centro de Internamiento de Extranjeros de Sangonera está abierto desde hace unos días, aunque no es un espacio habilitado para hacer cuarentenas, con lo que los sospechosos de estar contagiados irán previsiblemente al Hotel Cenajo, en el Noroeste de la Región de Murcia. Por ley, el periodo máximo de encierro en un CIE que permite la ley en estos centros son 60 días, al término de los cuales, si no ha habido deportación, la Policía Nacional (Cuerpo que tiene las competencias en Extranjería) los libera.