La suspensión de las limitaciones que impedían a los ayuntamientos tirar de los ahorros acumulados les ayudará a hacer frente a los gastos que han tenido que asumir a causa de la pandemia, aunque la mayor parte del superávit municipal del que podrán disponer ahora los alcaldes de la Región se concentra en la costa. Cinco poblaciones del litoral suman casi 60 de los 107,8 millones de remanentes que las corporaciones locales tienen depositados en los bancos. La Unión es el único ayuntamiento costero que tiene déficit.

La suspensión de las reglas fiscales anunciadas este miércoles por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para todas las administraciones en 2020 y 2021 autorizará a los ayuntamientos de la Región a disponer 'sin límite' de sus remanentes de tesorería este año y el próximo.

También ha quedado suspendida la exigencia de destinar el superávit a rebajar el endeudamiento, mientras que se levanta la mano en el cumplimiento del déficit y de la deuda. Los ayuntamientos han aplaudido esta medida, que les permite disponer de un salvavidas para atender las necesidades creadas por la crisis sanitaria y para afrontar la caída de los ingresos que augura el frenazo de la actividad económica.

La cifra de remanentes almacenados por las entidades locales de la Región se desprende de los cálculos realizados por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) que se hicieron públicos ayer y que están actualizados hasta finales de septiembre de 2020. La cantidad asciende a nivel nacional a un total de 16.913,4 millones de euros.

La liberación de estos recursos era una aspiración de los alcaldes, que se ha convertido en una necesidad ante el aumento de los gastos originados por el coronavirus, aunque la distribución de los ahorros acumulados resulta muy desigual, dado que cinco ayuntamientos de la Región suman casi 60 millones de euros, que suponen la mitad de los remanentes.

Se trata de Mazarrón, que dispone casi de 19 millones de euros, San Javier (12,3 millones), Águilas (11,62), Lorca (10,50) y Cartagena (5,10). El elevado importe de los recursos que acumulan estas poblaciones revela claramente que se trata de municipios turísticos, que tienen un número de contribuyentes pagando impuestos como el IBI muy superior al de vecinos residentes todo el año.

El caso más significativo es el de San Javier, cuyo término municipal abarca parte de La Manga, lo que le garantiza unos ingresos permanentes en una zona de segunda residencias que apenas requiere servicios fuera del verano.

Sin embargo, Los Alcázares y San Pedro del Pinatar no llegan a los dos millones de superávit pese a estar en la costa.

En el interior también hay poblaciones que tienen grandes cantidades ahorradas, como Cieza (7,89 millones), Las Torres de Cotillas (7,79) y Jumilla (5,38), que aparecen en la lista de los municipios con mayores reservas para invertir.

Molina de Segura (3,59), Yecla (3,39), Alguazas (3,36) y Fuente Álamo (2,77) también disponen de importantes recursos.

Totana, que fue uno de los municipios de la Región considerado prácticamente en quiebra a consecuencia de la explosión de la burbuja inmobiliaria, ha reconducido su situación financiera y supera los dos millones de superávit.

Abarán roza los dos millones mientras que se sitúan por encima del millón de euros Mula, Calasparra, Alcantarilla, Cehegín, Fortuna, Lorquí,

Por el contrario, Puerto Lumbreras encabeza la lista de ayuntamientos deficitarios, con un déficit de casi seis millones de euros.También aparece en números rojos La Unión, con un desfase algo superior al millón de euros.

Casi una decena de municipios no ha facilitado los datos de la liquidación de 2019. Entre ellos figura Murcia, que pese a tener superávit presupuestario, no puede contabilizarse los remanentes por cuestiones financieras, lo que implica que el balance total puede ser superior al estimado en este momento. En esta lista está también Moratalla y Alhama, entre otros.