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Las mascarillas pueden esconder pero no borrar las sonrisas de todos esos familiares que desde el pasado 28 de septiembre han podido visitar a aquellos seres queridos que actualmente se encuentran en residencias. La decisión del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS), adoptada tras conocerse los datos sanitarios ofrecidos por el Servicio Murciano de Salud, de permitir las visitas a centros residenciales de discapacitados y personas mayores se ha convertido en una de esas noticias capaces de alegrar el día, sobre todo para aquellos que cuentan con algún familiar o ser querido en una residencia. Estas visitas se realizarán cumpliendo los protocolos marcados por las auoridades sanitarias pertinentes, atendiendo a las recomendaciones del SMS.

Sin embargo, el Gobierno regional ha decidido exceptuar la medida en aquellos centros que se encuentren ubicados en zonas que aún atraviesen la Fase 1, dada la situación epidemiológica de algunos de los municipios, como Lorca, Jumilla y Totana. Además, aquellos centros que cuenten con algún positivo en sus instalaciones tampoco permitirán las visitas, por razones de seguridad, aunque si podrán seguir manteniendo contacto telefónico y por videollamada.

La distancia de seguridad, el uso obligatorio de mascarilla y la prohibición de contacto físico entre visitantes y residentes son algunas de las medidas que hace un año hubiesen sido impensables para poder ver de nuevo a nuestros seres queridos, pero que dada la situación actual se presentan como un regalo para volver a tener la oportunidad de cruzar sonrisas.