La Comunidad, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo, ofrece 250.000 euros en subvenciones destinadas a personas en riesgo de exclusión y 150.000 euros para facilitar la contratación de técnicos de acompañamiento por parte de las empresas de inserción.

Asimismo, se ha incorporado una línea de 6.000 euros para acciones de difusión de la labor que estas empresas realizan con las personas en situación de vulnerabilidad y para fomentar el asociacionismo de las empresas de inserción, tal y como aparece publicado desde ayer en anuncio del Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).

Estas empresas facilitan el acceso a un puesto de trabajo a desempleados que pertenecen a colectivos como los perceptores de rentas mínimas, jóvenes procedentes de instituciones de protección de menores, personas con problemas de drogodependencia en rehabilitación, o internos de centros penitenciarios.

En concreto, la Consejería de Empleo subvenciona a las empresas de inserción el 80 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en el caso hombres y el 90 por ciento del SMI en el de mujeres, con la finalidad de favorecer la inserción laboral de estos colectivos en situación precaria.

En cuanto a los técnicos de producción, son aquellos que enseñan a los trabajadores de colectivos desfavorecidos un determinado oficio mientras que los técnicos de acompañamiento dirigen los itinerarios laborales individuales durante la contratación, y asisten conjuntamente al trabajador. En esta convocatoria se incrementan las ayudas a cada técnico de 2.000 a 2.500 euros por persona acompañada y el número de personas que pueden ser acompañadas, hasta un máximo de 20.000 euros.

La Consejería destinó el pasado año un total de 164.000 euros a empresas de inserción. Estas subvenciones están cofinanciadas por el Fondo Social Europeo.

En la Región hay nueve empresas de inserción centradas en favorecer la inserción laboral de colectivos vulnerables, que emplean a un total de 91 trabajadores, de los que 56 se encuentran en situación o riesgo de exclusión social.

El mantenimiento de estas empresas se hace posible a través de aportaciones económicas de ayudas y subvenciones, imprescindibles para la inclusión laboral de los colectivos desfavorecidos, especialmente durante la pandemia.

La Consejería destinó el pasado año un total de 164.000 euros a empresas de inserción.