El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, visitó ayer una finca de agricultura ecológica en el municipio de Librilla en la que se están desarrollando nuevas técnicas de biofertilización sin nitratos a base de microorganismos, «lo cual supone la aplicación directa de la investigación y la innovación sobre el terreno, contribuyendo con el cuidado del medio ambiente», explicó el consejero durante su visita.

Durante el recorrido, Luengo pudo comprobar los resultados de estas técnicas, impulsadas y patentadas por la empresa Probelte, que emplean una asociación de microorganismos viables que suministran nutrientes a las plantaciones mediante mecanismos biológicos, lo cual permite aumentar la producción de los cultivos y reducir el aporte de nitrato a los acuíferos. Todo ello con el objetivo de minimizar la cantidad de fertilizante químico inorgánico que se aplica en la planta, reduciendo el aporte de nitratos y fosfatos, así como la huella de carbono o la salinidad del suelo.

El consejero destacó que «se trata de un buen ejemplo de cómo, además de ser una comunidad puntera por la calidad y la cantidad de productos agrícolas, la Región es referente en materia de innovación y nuevas técnicas comprometidas con la sostenibilidad y la lucha frente al cambio climático». Todo ello, «dentro del camino que perseguimos en el Pacto Verde que exige un mayor compromiso medioambiental de nuestros agricultores y ganaderos en sus ya de por sí exigentes sistemas de producción».

«Es fundamental incorporar estos desarrollos en la actividad agrícola. Es parte de la agricultura sostenible y de precisión que se aplica en la Región de Murcia y que debemos seguir impulsando para aplicar a cada planta la cantidad de agua y de nutrientes necesarios en cada momento, haciendo que la agricultura siga siendo compatible con el desarrollo económico y con el cuidado del medio ambiente», añadió el consejero.

En esta línea, Luengo recordó que «la Región es una comunidad pionera en la regulación del uso de fertilizantes, especialmente en el ámbito del Mar Menor, gracias a la Ley de recuperación y protección del Mar Menor impulsada por el Gobierno regional».

El consejero concretó que con el objetivo de mejorar la eficiencia de la absorción de los nutrientes y minimizar su pérdida por lixiviación, «la norma recoge la obligación de aplicar medidas que garanticen el buen estado del microbioma del suelo, como la aplicación de abonado orgánico, productos fertilizantes a base de microorganismos o abonado en verde».