La Guardia Civil de Baleares interceptó el pasado viernes un total de 17 migrantes que llegaron a las costas de Mallorca en una patera. La embarcación fue localizada en Cala Murada, al sureste de la isla, y hasta ese día la comunidad balear registró la llegada de más de 240 inmigrantes en una semana. De los 17 que llegaron a esta cala de Mallorca, 16 tuvieron como destino el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Murcia, ubicado en la pedanía de Sangonera La Verde, ya que en las Islas Baleares no existe este tipo de institución.

Según fuentes de la Delegación del Gobierno en las Islas Baleares, estas personas llegadas desde Argelia se les practicó una prueba PCR como marca el protocolo, y al dar negativo todos ellos solo uno se quedó en Mallorca, ya que se le realizó otra prueba para determinar si era o no menor de edad. Los otros 16 inmigrantes de la patera del pasado viernes fueron trasladados por barco hasta la península, escoltados por agentes de la Policía Nacional que se trasladaron hasta Mallorca expresamente para este fin.

El CIE de Murcia lleva abierto desde el pasado miércoles por orden del Ministerio del Interior, quien ha confirmado a esta Redacción que actualmente hay 46 personas internas en este centro. La Secretaría General de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras informó a las Unidades de Coordinación Operativa Territoriales de que se debía «reiniciar la actividad operativa» en los CIE de la península con el internamiento de los ciudadanos argelinos y marroquíes que lleguen en patera. Se ordenó asimismo que la Unidad Central de Repatriaciones realice las «gestiones oportunas con los consulados de los países de origen para materializar las expulsiones».

Hasta ahora, los inmigrantes eran trasladados desde su localización en el mar a la terminal portuaria de Escombreras en Cartagena y, si era precisa una cuarentena, se hacía en el hotel del Cenajo de Moratalla. En caso contrario, eran acogidos en pisos por oenegés como Cruz Roja. Si dieran positivo en coronavirus, son ingresados en hospitales como el Santa Lucía de Cartagena.

El estado de alarma decretado el 14 de marzo y el cierre de fronteras obligó a vaciar los CIE en un proceso que culminó el 6 de mayo. La ley permite mantener a los inmigrantes dentro de los CIE un máximo de 60 días y, si en este plazo no han sido devueltos a sus países de origen, deben quedar en libertad. En el contexto del estado de alarma, que derivó en el cierre de fronteras, fue imposible su retorno a sus países de origen.

En las Islas Baleares de la acogida de los inmigrantes se encargan oenegés como Cruz Roja pero, en el actual contexto de pandemia, las personas llegadas en pateras guardan cuarentena. Según el procedimiento a seguir, los migrantes tienen la oportunidad de marcharse ya que no han cometido delito alguno y muchos de ellos desembarcan en Valencia o Barcelona y, de ellos, algunos viajan hasta Francia.

En Murcia, el albergue de El Valle ha servido también como residencia de los inmigrantes llegados en patera con el fin de que guarden cuarentena.