Hoy nos enfrentamos a una crisis sin precedentes y con trágicas consecuencias para todos, especialmente para los más vulnerables.Una vez que se supere esta crisis que está atravesando nuestro país, y por supuesto la Región de Murcia, y que ha contribuido a generar una crisis económica será el momento de visualizar el horizonte económico y social. Y esto sólo lo superaremos si somos capaces de tomar medidas sin precedentes. No valen viejas recetas. Ante esta situación actual y sin dejar de mirar hacia el futuro, deberíamos hacer dos planteamientos:

a. Trabajar en una economía para la recuperación.

b. Posteriormente, trabajar en una economía en la recuperación.

Es cierto que tenemos que profundizar en cuestiones sobre cómo el futuro del trabajo influirá en la Región; sobre qué estrategia de Región estableceremos para nuestro presente inmediato y, desde luego, para el futuro. Un futuro que debe ser siempre mejor, orientado a buscar soluciones a los desafíos de nuestras sociedades, como la desigualdad, el cambio climático, la exclusión o la necesidad de modernizar nuestras economías, y mantener al mismo tiempo unas buenas condiciones laborales para mejorar los estados de bienestar.

Para ello, necesitamos cooperar. Esta crisis está demostrando -otra cosa es que lo veamos- que no hay soluciones individuales para todos estos desafíos; todos estamos en el mismo barco y necesitamos remar en la misma dirección. Sólo saldremos de esta situación todos juntos. Es preciso un ejercicio de generosidad por parte de todos: Gobierno, partidos políticos, organizaciones empresariales, sindicales (agentes sociales), sociedad en general.

Hoy, las prioridades de este futuro pasan ante todo por el presente, establecer planes, medidas y propuestas de choque, para recuperar lo antes posible el tejido industrial anterior a la crisis y que nos había situado en unos índices de crecimiento de empleo y de PIB en cabeza de España.

Antes de reconstruir nuestra sociedad debemos no destruirla. Las propuestas de choque deben ir dirigidas a acciones que refuercen las empresas existentes para que vuelvan cuanto antes a su actividad normal y anterior a la crisis (ERTE, Prórroga de Cese de actividad, reducciones a la Seguridad Social, Líneas ICO, deducciones fiscales€. Y una cuestión, no valen las mismas medidas para todos los sectores).

No debemos dejar perder ni una sola empresa si es posible recuperarla (pasar a manos de los trabajadores en forma de empresa de economía social es una opción muy válida). Y pasan también por capacitar de forma urgente a nuestro capital humano (muchos en desempleo) para poder anticiparse a los cambios que van a venir y aprovechar las oportunidades, siendo capaces de adaptarse a los requerimientos de competencias ciertamente más complejas que exigen estos momentos.

Futuro y prioridades que pasan por proporcionar cualificaciones y competencias necesarias para garantizar la cobertura de los perfiles profesionales más demandados y que se necesitan para esa necesaria VISIÓN de la Murcia que queremos que sea nuestra Región. Por eso, la importancia del Vector Educación es fundamental. Ahora y siempre. Las empresas van a necesitar trabajadores cualificados y dar oportunidades a los jóvenes (FP Dual será una prioridad).

En estas circunstancias tan complicadas debemos dar lo mejor de nosotros mismos para superar esta crisis, adaptarnos a la nueva situación y apostar por el futuro. Un futuro que debe ser más justo, democrático, equitativo y solidario. Sin solidaridad no habrá futuro posible.

Debe estar orientado a buscar soluciones para todos los cambios que se avecinan. Debemos ser capaces de anticiparnos a los cambios.

Adaptarse a los cambios ya es llegar tarde. Cambios tecnológicos (digitalización y IV revolución industrial) que producirán fases de destrucción de empleos y de creación de empleos con una demanda de nuevos perfiles profesionales. Y de cambios sociales, porque no podemos permitir que esta situación provoque un crecimiento de las desigualdades, algo contra lo que apuesta claramente la Unión Europea.

Tenemos la oportunidad de mejorar la vida de las personas de nuestra Región. Podemos dar una forma diferente a nuestra sociedad.

Reconstruir mejor. Vamos hacia un futuro que genere modelos de empresa transparentes y participativos, que generen empleo de calidad, que promuevan una mejor distribución de la riqueza, trabajen por la igualdad de oportunidades y aporten soluciones innovadoras para una transición energética y un consumo responsable. Otra economía es posible. Una que priorice a las personas, busque una innovación social y colectiva y proponga una transición hacia sistemas inclusivos, sostenibles y resilientes. Un camino creíble, basado en valores y que existe.

Que genere Cohesión Social y Territorial (luchar contra la Murcia despoblada), - sin cohesión social no habrá progreso duradero y la cohesión territorial nos permitirá ofrecer una vida más plena- y que fortalezca el papel de las energías renovables (transición verde) y recordar que el 40% del PIB europeo estará digitalizado en 2021. Tenemos mucho camino por delante para hacer más competitivas y resilientes nuestras empresas.

La Región de Murcia tiene que repensarse apoyándose en sus verdaderos potenciales. Promover el autoempleo colectivo como fórmula más resiliente (los jóvenes recurren cada vez más a fórmulas de autoempleo) y como palanca de una necesaria reindustrialización y el fortalecimiento del tejido económico. Una reindustrialización apoyada en energía verde; la necesaria potenciación del sector agroalimentario como pilar fundamental; la colaboración público-privada, ya que las alianzas se van en convertir en un instrumento imprescindible para el avance de nuestra Región; el avance de la economía de los cuidados, y, por supuesto, el sector del turismo, que debe afrontar una transformación radical, son algunos de los focos de atención del desarrollo de nuestra Región.

Debemos aprovechar los recursos que ofrecerá el Nex Generation, Fondos europeos que para España destinan 140.000 millones para hacerlos coincidentes con sus cuatro grandes objetivos: Cohesión Social y Económica; Fortalecimiento de la Resiliencia económica y social; Mitigar el impacto social y económico que nos ha generado la crisis; y apoyar las transiciones verde y digital. El futuro es digital y está en todos los sectores, desde el transporte, agroalimentario, industria, turismo, educación... servicios en general.

Tenemos la gran oportunidad de reconstruir nuestra Región. Abordar grandes proyectos que generen grandes cambios.

Pero de aquí no se puede salir solos. Es necesario un Pacto en la Región de Murcia que contemple a todos los agentes que puedan intervenir en esta mejora. Es tiempo de olvidar cuestiones ideológicas y remar en la misma dirección que tiene un nombre: Región de Murcia.

Otra economía es posible. Una economía que anteponga los beneficios de las personas a los económicos y que asegure prosperidad, desarrollo sostenible y justicia social. Nadie debe quedarse atrás en el proceso de Reconstrucción económica y social de la Región de Murcia.