El cónsul de Ecuador en Murcia, Miguel Ángel Macías, reconoció ayer en Lorca que la mayor parte de contagios de coronavirus entre la comunidad ecuatoriana en la ciudad se producen en la vida privada y no en la laboral, y lo atribuye a que «somos cariñosos y a veces la gente olvida que no puede tocarse». Preguntado por la causa de ese elevado porcentaje de contagios entre la comunidad de su país, Macías dijo que los ecuatorianos son «gente amable y cálida, somos más cariñosos, nos gusta tocar y besar, es como nos saludamos. A veces la gente se olvida (del coronavirus), se da la mano y conversa».

Por otra parte, el Centro de Rastreo y Seguimiento de Afectados de la covid-19 de Lorca comenzó ayer a funcionar con una treintena de profesionales del servicio municipal de Emergencias Municipal y de la agrupación de voluntarios de Protección Civil que podrán realizar unos 1.500 seguimientos semanales. El alcalde, Diego José Mateos, y la jefa de Salud Pública del Área III de Salud, Visitación García, supervisaron el trabajo del nuevo equipo municipal de rastreadores que desempeña su labor en dependencias del Centro Integrado de Emergencias, que han sido habilitadas especialmente para ello con una inversión de 12.000 euros.

El trabajo de este equipo permite a Lorca alcanzar la ratio de un rastreador por cada 3.000 habitantes, mejor que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que establece la cifra óptima en un rastreador por cada 5.000 habitantes.