La mortalidad masiva de las nacras ha alcanzado al 98% de las poblaciones ubicadas en las costas del mar Mediterráneo y las únicas que quedan sanas son las situadas en el Delta del Ebro y en el Mar Menor. Para proteger a este molusco endémico el Ministerio para la Transición Ecológica quiere regular la navegación, el fondeo, la pesca, el baño y el buceo en aquellas zonas de la laguna salada en las que estas actividades generen una fuerte presión sobre las nacras.

El Ministerio ha convocado esta semana la segunda reunión del grupo de trabajo sobre la situación crítica de la nacra. Este grupo tiene como objetivo mejorar el estado de conservación y evitar la extinción de este molusco amenazado y está formado por representantes de Transición Ecológica, la Región de Murcia, la Generalitat de Cataluña, la Generalitat Valenciana, la Junta de Andalucía y el Govern de Illes Balears. A la reunión también han asistido representantes de la Demarcación de Costas de Murcia y de Tarragona, y varios investigadores involucrados en proyectos sobre la especie.

Entre las medidas que quiere aprobar este grupo de trabajo están el balizamiento de las zonas donde queden poblaciones supervivientes que estén a poca profundidad o en zonas concurridas. El Gobierno regional creó hace años varias reservas de nacras y caballitos en el Mar Menor donde se prohibió la navegación o el fondeo. Las comunidades del Mediterráneo buscan también lograr un reclutamiento mediante colectores larvarios y acciones de obtención de gametos asociados a programas de cría y engorde de la especie, así como realizar un programa de búsqueda de supervivientes y monitoreo acompañado de medidas de gestión que aseguren su supervivencia.

Por otro lado, también se estudia poner en marcha actuaciones fuera del hábitat de la nacra. Por ejemplo, el diseño de protocolos de cría para cerrar el ciclo de reproducción en cautividad, el diseño de protocolos de mantenimiento de ejemplares adultos en cautividad y la obtención de gametos en el medio natural para llevarlos a tanques ex situ y poder cerrar el ciclo de reproducción. La Universidad de Murcia, en su acuario que tiene en el Cuartel de Artillería de Murcia, ya lleva a cabo un programa de cría en cautividad de este molusco para recuperar la población en la laguna salada.