«Nadie va a superar el legado de Juan Rita». Nadie se creería que con 108 años Juan Tudela Piernas quisiera seguir de fiesta, llegar a los encuentros de cuadrillas y con una mente tan lúcida como la suya, que mantuvo en los últimos días de su vida, improvisar unas coplas. Las últimas que cantó y que pudiéramos ver todos fue en su último cumpleaños, un 14 de febrero en donde no había asomado el coronavirus todavía en la Región. «Nos deja un vacío muy grande», señalaba ayer Antonio Tudela, hijo de Juan Rita, y quien estuvo cuidando de él hasta la misma mañana en la que falleció en su casa de Totana.

Cuenta Antonio que solo le levantaron para tomarse un vaso de leche y volver a acostarlo otra vez. Llevaba varios días regular de salud pero el mismo martes se encontraba bien de ánimo, habló con su nieto artístico, Francisco Javier Andreo, y ayer miércoles, por la mañana, se marchó una de las personas más queridas en la Región de Murcia.

«Tenía ganas de tener más tiempo de vida. Encerrado en casa no le gustaba estar», subraya Maruja Tudela, nieta de Juan Rita e hija de Pedro Tudela, el único hijo fallecido del trovero. «Ya no salía de casa desde hace dos años» pero no perdió su forma de ser, cariñoso y amable con su familia y con las visitas. «A todos los encuentros de cuadrillas quería ir, decía que allí hacía falta», añade su hijo Antonio, quien junto a su hermano Juan recibieron ayer todas las condolencias en el tanatorio de Totana, desde el alcalde del municipio, Juan José Cánovas, que acompañó a la familia, como del presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, que visitó la capilla ardiente por la tarde.

«Uno se iba haciendo a la idea de que este día tenía que llegar y aunque no quieres creerlo pues al final pasa», dice Francisco Javier Andreo, ‘nieto’ del trovero y alcalde de Aledo, quien ayer se marchó del Ayuntamiento del municipio aledano para acompañar a los hijos en la casa familiar de Totana.

«Todo el mundo del folclore murciano me ha llamado, han pasado por aquí troveros de todas las agrupaciones, y aunque ellos me dan el pésame a mí, yo les acabo dando el pésame a ellos porque son personas que también han disfrutado de la compañía de Juan Rita. En todos los encuentros de cuadrillas al brazo de Andreo se agarraba Juan Rita cuando le lanzaban un tema y comenzaba a improvisar. «Le vamos a echar mucho de menos y cuando la pandemia pase habrá que rendirle un homenaje como se merece, aunque ya los haya recibido todos en vida».

Duro confinamiento

Que nadie le fuera a visitar durante el confinamiento fue un golpe duro para Juan Rita, que pedía a sus hijos y nietos salir de casa para ir a cualquier lado. «Decía que cuando estaba aburrido se ponía a cantar y pedía que nadie le parase», señala Maruja.

La pasada semana, ante el empeoramiento de su estado de salud, se le llegó a realizar una prueba PCR para determinar si se había contagiado de coronavirus. El resultado fue negativo y sus familiares respiraron tranquilos. «No ha sufrido nada», dice su hijo Antonio, que hoy le despide junto a toda su familia.