No hay un ámbito de la vida que el coronavirus no haya trastocado y las residencias universitarias no son una excepción. La preparación es clave, más aún este curso. Por ello, los colegios mayores de la Región han reorganizado sus instalaciones para ofrecer una estancia segura a los residentes. «Hemos transformado las habitaciones dobles en individuales y ya están implementadas todas las medidas para contener el virus», explica la vicerrectora de Estudiantes de la UMU, Paloma Sobrado, en referencia al Colegio Mayor Azarbe.

El uso obligatorio de mascarillas en el edificio, la colocación de soluciones hidroalcohólicas en lugares estratégicos para poder higienizarse las manos, así como la ventilación de los espacios y la reducción de aforo en salas compartidas serán pilares comunes en todas las residencias de la Región.

«En la Alberto Colao de Cartagena tenemos señalizadas todas las plantas para indicar la dirección por la que deben caminar los residentes y la distancia de seguridad que deben guardar», explican desde la UPCT. Han diseñado turnos burbuja para que los estudiantes coman siempre con el mismo grupo. «Además tendrán que sentarse en un sitio fijo y usarán sus propios cubiertos. Después de cada turno de comida se limpiará el espacio para que no haya ningún riesgo».

En la residencia Hermanas Oblatas de Murcia, también han dispuesto todas las medidas para asegurar el centro. Además, aquí se han instalado puntos de higienización en todos los espacios del edificio «para que, después del uso de la biblioteca o de la sala de estudio, la persona pueda desinfectar el espacio que ha utilizado», detalla el director del centro, José Vicente Ros.

En el caso de que haya un contagio entre los residentes o colegiales existen planes de contingencia para afrontar la situación, aislar a la persona afectada y a sus contactos estrechos y poder atenderla con seguridad.

Aumento de la demanda

Los planes de prevención así como de aislamiento son dos de los puntos fuertes de esta opción de alojamiento para los estudiantes. «Los padres se sienten más tranquilos si sus hijos están en un centro que cumple todas las medidas», asegura Ros. Esta es la explicación de que se haya disparado la demanda de plazas en Murcia para este curso. «La seguridad de los hijos es la mayor preocupación de los padres», recalca Ros.

Tal es así que en el Colegio Mayor Azarbe, gestionado por la UMU, la demanda ha aumentado un 20% y hay lista de espera.

«En nuestro caso, además va a haber un estricto control de la norma de distanciamiento social y del uso de mascarilla», explica Paloma Sobrado, quien reconoce que este curso la esencia de la residencia universitaria va a quedar un tanto desdibujada entre las medidas de seguridad. «Nos encontramos en una situación en la que las relaciones entre las personas han cambiado y tenemos que poner todo en juego para contener el virus. Por parte de la UMU vamos a poner todo lo que esté en nuestra mano. Ha cambiado todo y lo recuperaremos, pero no es el momento».

Los colegios mayores ya están preparados ante el reto

Desde el Consejo de Colegioshan diseñado un protocolo para afrontar la situación y, aunque ninguno de los centros de la Región está adherido, estos cumplen todas las recomendaciones propuestas.

Además, Juan Muñoz, el presidente del Consejo, ha subrayado que muchos centros ven la situación como «una oportunidad para demostrar que somos universidad y mantenemos su esencia ahora que muchas clases serán semipresenciales».

En esta línea, desde el Colegio Mayor Azarbe han asegurado que se han preparado para garantizar la enseñanza de los colegiales si no pueden asistir a clase. «Estamos preparados para afrontar incluso el reto de volver a estar confinados y asegurar que se pueden seguir formando en la UMU con la calidad de siempre».