Ciudadanos guarda silencio sobre los cambios previstos en la dirección regional del partido que comportarían el cese de la vicepresidenta del Ejecutivo regional, Isabel Franco, cuyo puesto sería ocupado por la actual portavoz del Ejecutivo, Ana Martínez Vidal, tal y como adelantó este viernes La Opinión. Aunque la maquinaria para relevar a la gestora creada a principios de año está en marcha desde hace varios meses, la crisis provocada por la pandemia impide materializar la decisión de la formación naranja de ascender a Martínez Vidal a número dos del Ejecutivo en un momento marcado por la incertidumbre que genera la propagación del virus y la factura económica del coronavirus. La propia Isabel Franco asegura que, como responsable de Política Social, no puede dedicar «tiempo ni energía» a las cuestiones internas, «mientras hablamos de vidas humanas».

Isabel Franco, que encabezó la candidatura de Cs en las elecciones autonómicas de 2019 y entró en el gobierno de coalición presidido por López Miras como vicepresidenta, fue informada el pasado mes de julio por la dirección nacional de que había decidido poner al frente de la organización regional a la portavoz del Gobierno. Y la norma aplicada por Cs en las comunidades en las que gobierna en coalición sitúa a su máximo responsable regional en la vicepresidencia, lo que se traduciría en el ascenso de Martínez Vidal a número dos como lideresa regional.

Aunque el cambio estaba previsto para el inicio del nuevo curso político e incluso podría ir acompañado de otros ceses en el Ejecutivo, el endurecimiento de la pandemia podría retrasar su materialización, dado que la operación resultaría difícil de explicar en un momento tan crítico.

La dirección de Ciudadanos guarda silencio y tampoco la portavoz del Gobierno se ha pronunciado sobre su posible ascenso.

Por su parte, Isabel Franco admite que en julio se reunió en Madrid con representantes de la cúpula nacional. Aunque no ha revelado lo que trataron, asegura que su responsabilidad como consejera al frente de las residencias de mayores y de personas con discapacidad de la Región le impide prestar la más mínima intención a las cuestiones internas. «No tengo tiempo ni le estoy prestando la más mínima atención, porque estamos hablando de vidas humanas. No tengo tiempo ni energía para centrarme en esto. Mientras hablemos de vidas humanas, mi responsabilidad no puede estar en otra cosa, porque vivimos con mucha preocupación lo que está ocurriendo en la Región», manifestó.