La manifestación convocada por Hostemur en defensa de la hostelería arrancó hoy en Murcia a las 10:30 desde el recinto ferial de La Fica. Según la organización, allí se han concentrado entre 750-800 vehículos, de los cuales algo de más de 500 ya habían confirmado por correo electrónico su asistencia.

El presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, ha leído un manifiesto desde la cabeza de la manifestación subido a un gran trailer. Desde este púlpito improvisado ha exigido al Gobierno regional la revocación o suavización de las restricciones impuestas a la hostelería referidas al aforo exterior e interior en bares y restaurantes o el cierre de las barras: "les pido que reconsideren las medidas como ha hecho el gobierno riojano". Entiende que "la Región de Murcia es la comunidad que está aplicando las medidas más restrictivas" y que están poniendo a la hostelería en una situación agónica que puede suponer "el cierre de hasta el 30% de los establecimientos en los próximos meses" y recalcó, "esto es una llamada de un auxilio de un sector que se está muriendo, ¿de que sirve que Murcia sea capital gastronómica sin una hostelería que la defienda". Frente a la multitud congregada con pancartas y mascarillas con el lema 'Salvemos la hostelería' ha pedido al Gobierno regional y los alcaldes que sean "valientes para tomar decisiones diferentes, ser ágiles y resolutivos, y atreverse a defender la hostelería" porque asegura "con cada medida nos están usando como cabeza de turco para desviar la atención de otras incompetencias".

Así lo comparte Juan Francisco Carmona, dueño del restaurante Pura Cepa de Murcia: "Creemos que las medidas son desproporcionadas e incluso populistas porque no sentimos que seamos el foco de los contagios. A mí me ha supuesto una merma del 50% de la facturación y del 40% de la plantilla. No sabemos si remontaremos o readmitiremos al personal que hemos formado, la realidad es que ya no tenemos trabajo para todos". No obstante, a la manifestación han acudido hosteleros de todos los rincones de la geografía regional. Es el caso de Juan Carlos García, propietario de los hoteles Carlos III y Alfonso XIII de Cartagena: "Estas medidas ahuyentan a los turistas porque somos noticia en los telediarios y les generan miedo. Yo todavía continuo con uno de los hoteles cerrado". También de Lorca: "Estamos muy preocupados, tenemos muchos problemas para salir adelante y el personal lo está pasando fatal. Necesitamos que nos ayuden, que los políticos se pongan de acuerdo", dice Roberto Rodríguez, dueño del restaurante Casa Roberto. Otros como los hosteleros de Águilas han podido disfrutar de una temporada veraniega aceptable pero temen que se viene lo peor: "En verano el Ayuntamiento nos ayudó, hemos ampliado terrazas y nos han eliminado las tasas por invadir la vía publica pero los que no han usar el interior han sufrido mucho y las restricciones de horario en un lugar de costa los está liquidando. Este invierno muchos establecimientos cerrarán", comenta Vicente Sánchez, presidente de HosteÁguilas.

Especialmente preocupante es la situación de los salones de banquetes. La restricción de aforo en las celebraciones a 30 personas está haciendo inviable el sostenimiento de algunos negocios. "A muy pocos kilómetros, en Orihuela, se están celebrando eventos cumpliendo con la normativa. Nos han puesto un número de comensales con los que no solo no cubrimos gastos sino que nos cuesta el dinero", confiesa molesto Luis Saorín, propietario del salón de banquetes El Portón de la Condesa, en Molina de Segura. Una situación que además se enquista en el tiempo: "Llevo desde marzo sin hacer ningún banquetes, aun así haré uno de 30 personas aunque me cueste el dinero por un compromiso con el cliente. Hasta ahora he podido ir devolviendo la señal a todos por las cancelaciones pero esto no puede continuar así mucho más tiempo. No queremos ganar, sino poder mantener a nuestro personal y no tener que mandarlo al paro o al ERTE", y propone, "que hagan más inspecciones, nosotros podemos tomar la temperatura a los comensales y ya recogemos los datos de todos ellos, así lo que están consiguiendo es que se vayan a celebrar a fincas particulares o a la vía publica en lugar de un sitio reglado y controlado".

La concentración de automóviles que ha atravesado los lugares más neurálgicos de la capital murciana como la Plaza Circular, Teniente Flomesta o la Gran vía ha transcurrido sin incidentes gracias al despliegue policial. Tras completar el recorrido Jesús Jiménez ha bajado frente a la Consejería de Salud, situada en Ronda de Levante, a donde ha llegado a las 12:30 para agradecer a todos los asistentes su apoyo y donde ha tenido lugar una sonora pitada de protesta.