A veces la historia nos pone en mitad de unos hechos de los que hubiéramos preferido no ser testigos ni protagonistas. Pero está en nuestra propia naturaleza intentar sobreponernos a las circunstancias adversas y sortear los escollos que amenazan con sacarnos de la corriente que nos lleva a buen puerto para enderezar el rumbo hacia la dirección correcta, esa 'antigua' normalidad que tanto anhelamos en estos momentos.

Tras el correspondiente período vacacional, afrontamos estos, prolegómenos del comienzo de un nuevo curso, con todas las precauciones, prevenciones y defensas posibles, pero también con la ilusión y el convencimiento de que, con la ayuda de profesores, alumnos y personal de administración y servicios será, una vez más, un provechoso eslabón en la formación de todos.

Si algo ha demostrado esta crisis es que atesoramos fortalezas que no sospechábamos, y que sacamos a relucir cuando las circunstancias lo requieren. En estos momentos tan complicados, se pone de relieve nuestra versatilidad y el tesón para salir airosos de cualquier problema que surja. Y salir todos juntos, la única forma solidaria de afrontar los problemas cuando son universales.

Desde los inicios mismos de la pandemia, en la Universidad de Murcia hemos realizado cuantos esfuerzos han sido necesarios para no dejar a nadie atrás. Fruto de esa intencionalidad fueron las 15 medidas de cuidado social, económico y académico dirigidas fundamentalmente a los estudiantes para que nadie se viera obligado a abandonar sus estudios por motivos derivados por la pandemia, medidas que salieron adelante gracias al empuje y al apoyo de todos los estamentos que integran la comunidad universitaria: profesorado y personal de administración y servicios, y también, cómo no, al estudiantado, a través de las delegaciones de estudiantes y al Consejo de Estudiantes.

La unión de todos

Está claro que si algo hemos aprendido de esta desgraciada plaga, es que, la única posibilidad de solucionar las crisis colectivas es la solidaridad. Esta idea está ya presente en el final de La peste, la obra de Albert Camus: «En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio». Y es que, como añade Nuccio Ordine: «El coronavirus nos demuestra que las personas no son islas».

En estos momentos previos al nuevo curso que comienza, quiero referirme a otro comienzo que se produjo hace poco más de un siglo, cuando el catedrático de Química Ipiéns Lacasa, encargado de leer el discurso de apertura aquel año -en un acto que se llevó a cabo dos meses tarde de lo habitual a causa de la pandemia de gripe-, se dirigió al estudiantado para decirles «En vuestro amor al estudio confían no sólo los que dispuestos a enseñaros compartirán con vosotros las horas de trabajo, sino también España entera».

Docencia semipresencial

La UMU comenzará el primer cuatrimestre del curso 2020-21 en la modalidad de docencia semipresencial (que debemos entender como «presencialidad reducida y segura»). Con este fin se combinarán clases presenciales con grupos reducidos, y formación por medios telemáticos. Para ello, muchos compañeros han trabajado arduamente en la adaptación de infraestructuras en todos los centros, en coordinación con varios vicerrectorados, aprobándose la tercera versión de los Planes de Contingencia.

Cuidar de la seguridad y salud de estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios es tarea de todos. El uso de la mascarilla o el respeto de la distancia social son obligaciones que nos incumben como ciudadanos y como universitarios. Asimismo, la instalación en nuestros teléfonos móviles de la aplicación Radar Covid resulta absolutamente recomendable.

Con este propósito, de acuerdo con las Recomendaciones del Ministerio de Universidades a la comunidad universitaria para adaptar el curso universitario 2020-21 a una presencialidad adaptada y medidas de actuación de las universidades ante un caso sospechoso o uno positivo de covid-19 y conforme a la Guía de medidas preventivas frente a la covid-19 acordada entre las consejerías de Empleo, Investigaciónón y Universidades y de Salud y las universidades regionales, se han adoptado medidas que tienen a los edificios como ámbito geográfico de referencia, atendiendo a la diversidad de situaciones subjetivas que puedan plantearse en una comunidad tan grande y diversa como la UMU.

Para los estudiantes de nuevo ingreso se está preparando una formación específica en el uso del Aula Virtual. Igualmente, en muchas facultades se van a llevar a cabo jornadas de información con las que los equipos decanales mostrarán a los nuevos estudiantes el funcionamiento general y cómo se va a desarrollar su vida en la UMU.

Al igual que hace 100 años, todos los problemas que nos han hecho afrontar este comienzo de curso de manera extraordinaria, pasarán, y será entonces cuando, todos juntos de nuevo, físicamente cercanos y a la vieja usanza, como siempre, volveremos a unirnos y a reunirnos para hacer de nuestra universidad el mejor de los centros, igual que nuestros antecesores han intentado durante todos los cursos que han precedido a éste en nuestra universidad en sus 105 años de existencia.