Los cardiólogos murcianos han notado una reducción en sus consultas de nuevos pacientes en las últimas semanas. La sobrecarga de trabajo que están soportando los equipos de Atención Primaria desde hace meses al encargarse de las tareas de seguimiento a los pacientes covid y a sus contactos estrechos está haciendo que queden de lado otros usuarios que también requieren atención y que han pasado a un segundo plano en esta segunda oleada que comienza en la Región de Murcia.

Lo grave de esta situación serán las secuelas de toda esta población a la que se está retrasando el seguimiento, lo que generará en los próximos meses y años un verdadero problema de salud pública.

Estos especialistas han sido los primeros en dar la voz de alarma y avisar de que llevan semanas en las que las primeras visitas se han reducido muchísimo y apenas les llegan estos casos. Es decir, pacientes que son derivados por primera vez para ser evaluados por el especialista y puestos en tratamiento ante un problema cardíaco.

Responsables del proyecto Carprimur, iniciativa asistencial puesta en marcha hace tres años en la Región de Murcia para mejorar la continuidad en la atención a los pacientes cardiológicos, afirman que «los médicos de familia no derivan pacientes nuevos debido a que pasan más tiempo dedicado a la covid» al estar «desbordados por la pandemia». Ante esta situación, avisan de que ésto «dará lugar a una elevada mortalidad por retrasos en el diagnóstico y descompensación de crónicos».

Los cardiólogos coinciden en que si los médicos de familia no pueden realizar su labor «todos vamos a sufrir devastadoras consecuencias», ya que «la labor del médico de familia es de las más importantes para la salud y el bienestar de la población y no debemos permitir que se conviertan en rastreadores y telefonistas».

Por ello, estos especialistas solicitan que se contrate de forma urgente personal para llevar a cabo las labores de rastreo de los pacientes covid y sus contactos, ya que para ello no hacen falta un médico o una enfermera. De esta forma, «los profesionales de Atención Primaria se dedicarán a hacer medicina y salvaremos muchas vidas y mucho dinero».

El propio consejero de Salud, Manuel Villegas, reconocía esta semana, al avisar de la saturación hacia la que se dirige el sistema sanitario de continuar el ritmo de contagios por coronavirus, que se corre el riesgo de dejar de lado otros problemas de salud para atender la pandemia, lo que supone un gran riesgo.

Cardiólogos consultados por esta Redacción afirman que hay situaciones en las que la atención al paciente no se puede demorar porque las secuelas pueden ser terribles.

Entre los casos más comunes que se les presentan en consulta destacan, por ejemplo, la fibrilación auricular (conocida como arritmia), que si se diagnostica pronto en 1-2 días el paciente llega al especialista y se evitan visitas a urgencias y posteriores complicaciones. También destacan los dolores torácicos, que pueden ser anginas de pecho o infartos, así como los casos de insuficiencia cardíaca.

«En Cardiología desde hace un tiempo no tenemos listas de espera y se está trabajando muy bien, pero esto va a generar un nuevo tapón con secuelas muy importantes para los pacientes», secuelas que «puede ir desde daños neurológicos hasta la muerte», indican los especialistas.

Suspenden cirugías cardíacas

El aumento de ingresos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) ha llevado a algunos hospitales, como el Virgen de la Arrixaca, a comenzar a suspender las cirugías cardíacas programadas para no ocupar camas de Intensivos, tal y como ha confirmado el Servicio Murciano de Salud. «Sólo se van a intervenir las urgencias y los casos de prioridad 1», dicen.

Preguntados por esta cuestión, los cardiólogos consideran que estas intervenciones programadas son demorables, en su mayoría. «Pero lo que realmente tiene un impacto en la salud de la población es que la Atención Primaria no funcione como debería y que los médicos de familia no puedan estar al cien por cien».