«La situación es muy delicada», destacó ayer el consejero de Salud de la Región, Manuel Villegas, tras lamentar el ritmo de crecimiento de los contagios. Culpó de estos directamente a un «grupo de incumplidores» y a quienes se están saltando la cuarentena.

Villegas criticó que en las últimas semanas se perciba cierta relajación de las medidas de prevención por parte de la población, hecho que queda patente en el incremento de las sanciones.

De las 5.300 denuncias por incumplimientos interpuestas hasta el momento, 1.164 han tenido lugar solamente en lo que llevamos de septiembre. La mayoría de ellas han sido por no usar mascarilla, seguido del número de botellones, el incumplimiento del horario de cierre de bares y por no guardar el confinamiento prescrito.

El consejero de Salud destacó como modelo de indisciplina social la fiesta celebrada en la madrugada del sábado al domingo en un restaurante de Lorca. La Policía Local tuvo que desalojar a un centenar de personas de un local de la pedanía de Campillo, que fue precintado por incumplir la norma autonómica que restringe las reuniones en lugares públicos y privados a un máximo de seis personas y establece el cierre de los locales de ocio y restaurantes a la una de la madrugada.

Por otro lado lamentó la situación que atraviesan los profesionales sanitarios de un centro de salud de la Región cuyo personal sanitario ha advertido que solamente el diez por ciento de las personas en cuarentena cumplen el confinamiento, algunas de ellas argumentando que se sienten cansadas de estar encerradas en casa.

Archena, 50 multas en 14 días

La Policía Local de Archena ha impuesto más de medio centenar sanciones en los últimas dos semanas por el incumplimiento de las medidas de prevención de la covid-19. Las sanciones se debieron en su mayoría al uso incorrecto de las mascarilla o directamente por no llevar; celebrar reuniones de más de seis personas y consumir alcohol en la vía pública.