El 56% de los más de 7.100 padres encuestados por las Ampas Murcianas Unidas entre el 31 de agosto y el 3 de septiembre llevaría a sus hijos al colegio o al instituto en las circunstancias actuales, mientras que el 17% no lo haría por inseguridad o salud y el 26% todavía no había tomado una decisión.

Según el estudio realizado mediante cuestionarios electrónicos por esta asociación, un 54% de los progenitores prefiere el escenario de presencialidad completa en horario habitual, con espacios complementarios, reduciendo ratios e incrementando docentes.

Mientras, un 18% prefiere la presencialidad con un desdoble de turnos en mañana y tarde, un 16,8% de los encuestados opta por la libertad de enseñanza on line-presencial y no rebasa el 5% el porcentaje de padres y madres que apuesta por el modelo aprobado por la comunidad, la semipresencialidad.

En relación con las necesidades de conciliación, el 61,5% de las familias vive en hogares en los que todos los progenitores trabajan, mientras que el 33,4% tiene a uno de los padres cuidando de los hijos en el hogar.

En la mayoría de las familias, el 66%, los encargados de cuidar a los niños son los propios padres, un 24,9% cuenta con la ayuda de algún familiar, mientras que el 7% tiene un cuidador externo al ámbito familiar.

Un 56,8 por ciento no recurre a las actividades de conciliación organizadas por las Ampas, mientras que un 34,4% sí las necesita, destacando como especialmente necesario el servicio de comedor, para el 38,7% de las familias.

La experiencia de enseñanza a distancia vivida durante el confinamiento durante el final del pasado curso escolar fue buena para el 16,1%, aceptable para el 33,4%, mala para el 22,1% y muy mala para el 16,4%.

La encuesta refleja que un 39% de los progenitores no podría acompañar a sus hijos en el procedimiento de aprendizaje, un 29,5% podría hacer un seguimiento de su enseñanza y un 23,1% podría hacerlo teniendo que pedir algún tipo de excedencia o ayuda por parte de la empresa.

La falta de tiempo o preparación son las causas que más dificultarían un nuevo proceso de enseñanza a distancia, para una amplia mayoría de las familias; son menores los porcentajes (menos de un 18%) de quienes destacan la dificultad por falta de recursos informáticos.

En relación con la firma de un documento que asegure el buen estado de salud de los niños, los padres y madres se encuentran divididos, un 45% lo firmaría, frente a un 35% que no lo haría.

Sobre las acciones de participación y movilización que los encuestados están dispuestos a secundar para demandar una vuelta segura a las aulas, destaca la firma de peticiones y la participación en redes sociales; también es destacable el 30% de padres que estaría dispuesto a hacer huelga de asistencia.

Finalmente, existe un amplio consenso de los padres sobre la gestión de la política educativa en tiempos de pandemia, más del 80% la considera como mala o muy mala.