Es una lucha constante. Cada vez que llega la vendimia, viticultores y empresas vinícolas tienen encontronazos a la hora de fijar los precios de venta de la uva. El pasado jueves, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA) y los representantes de las bodegas de la Región de Murcia mantuvieron una reunión para llegar a un acuerdo, ya que la actual situación está poniendo en riesgo la continuidad del cultivo de la viña.

El encuentro, promovido por la Asociación de Empresarios de Vinos de Jumilla (Asevin), se convocó justo después de que UPA emitiera un comunicado en el que expresaban su preocupación ante los precios que dos de las empresas vinícolas que realizan un mayor volumen de compra de uva están proponiendo a los viticultores para la firma de los contratos, precios que se sitúan «muy por debajo de los costes de producción» y suponen un «claro incumplimiento» de lo establecido por la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria, decía la nota de prensa.

Por lo que pudo saber LA OPINIÓN a través del responsable del sector vino de UPA, Antonio Carrión, en la reunión, los representantes de las bodegas aseguraron que «van a intentar mejorar los precios». Carrión entiende que «las bodegas están pasando un momento apretado y no pueden pagar más», pero afirma que no es algo excepcional de este año: «Venimos de estar al límite desde años anteriores», declara, y añade que esta situación puede suponer «la puntilla definitiva para que los agricultores se lancen al abandono definitivo del cultivo de la viña». Este sector da trabajo en la Región a unas 1.500 personas, puestos que estarían poniéndose en juego si la situación no se soluciona. «Para nosotros dejarlo es muy duro, son muchos años de trabajo», lamenta Carrión.

Esa preocupación por el futuro de los viñedos de la Región la comparten también desde las empresas vinícolas y desde la propia Consejería de Agricultura: «No queremos que el agricultor sufra. Lo que nos estamos planteando, y la Consejería está implicada, es buscar una diferenciación entre los viñedos de calidad, ver cómo potenciarlos para poder pagar bien esa uva, y se puedan mantener esos viñedos», explica a esta Redacción Lorenzo Abellán, presidente de Asevin, quien destaca que desde las bodegas «se van a pagar muy bien las uvas que van destinadas a vinos de denominación de origen, como se ha hecho siempre». Se trata de mantener la reputación de la denominación de origen de los vinos de la Región en el mercado internacional, «el más importante para nosotros, pues el mercado nacional es muy pequeño», explica.

Otra cosa son los excedentes de uvas que no pueden ser embotelladas, los cuales «se pagarán en arreglo a la ley del libre mercado», añade el presidente de Asevin. En este sentido, y «dado que entendemos que las bodegas no son las culpables, habrá que cambiar la dinámica», sostiene el responsable del sector vino de UPA, Antonio Carrión.

Implicación de la Consejería

UPA acusa a la Consejería de Agricultura de hacer «oídos sordos» a las reiteradas peticiones de que realice y publique los informes necesarios para señalar de forma orientativa los costes de producción de la uva. Desde Agricultura han afirmado a esta Redacción que «la Comunidad no fija el precio, sino que calcula, en base a una serie de variables (agua, salario, combustible, etc), el precio medio del coste de producción de la uva», y añaden que «es falso que la Comunidad no haya estimado esos costes. Hay una publicación de 2019 llamada Estructura de costes de las orientaciones productivas de la Región de Murcia, y en la página 91 habla de la uva: precios, costes, etc.», remarcan.