Como se puede comprobar, la mayoría de los rebrotes graves están apareciendo en los barrios obreros de la Región de Murcia. Y el consejero de Salud, Manuel Villegas, confirmó este miércoles en la Asamblea Regional que los nuevos casos están afectando en más de un 50% de su totalidad a gente en «peor situación socioeconómica».

Como casos más reseñables, el Barrio Peral de Cartagena, el Barrio del Carmen de Murcia o algunas zonas de Totana o Lorca, donde el virus está golpeando con especial incidencia. Desde algunos Ayuntamientos ya han tenido que aumentar la vigilancia porque la situación económica de estas familias les lleva a saltarse la cuarentena para no verse perjudicados o por miedo a perder el trabajo.

Tanto es así que más de la mitad de los nuevos casos se concentran en grupos de población pertenecientes a clases bajas o a zonas empobrecidas, «que viven en viviendas más pequeñas y trabajan en lugares de hacinamiento», apuntó Villegas.

El resultado es que la Región de Murcia ya no la segunda Comunidad con menos casos por habitante, como en la primera oleada, aunque sigue por debajo de la media nacional en incidencia acumulada y en impacto hospitalario.

Imprudencia ciudadana

Villegas explicó que «el 48% de los casos actuales se han originado en actividades de ocio como cenas con amigos, el 20% se originan en el trabajo y el 28% en el ocio nocturno». Además, rechaza que la Región tenga un problema de falta de rastreadores porque considera que esa no es la causa de los rebrotes, sino «la imprudencia de un sector de la población al que se le ha dicho que haga aislamiento y no lo ha hecho».

Además, es muy complicado, apunta el consejero, llevar a cabo las labores de rastreo cuando «en el 30% de los seguimientos no se puede determinar el vínculo porque los afectados no dicen dónde han estado, y es porque han acudido a fiestas privadas».

El resultado es que, tras el fin del estado de alarma, «existe una circulación suficiente para generar rebrotes», como estamos comprobando, circunstancia que se agrava por el grado de socialización del entorno, tal y como menciona el consejero.

«Si no hacemos nada, habría un colapso sanitario en dos meses y las medidas que ahora nos parecen desproporcionadas sirven para frenar una curva peligrosa», sentenció el titular de Salud.