La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a nueve años de prisión y diez de libertad vigilada a un hombre que reconoció en el juicio oral haber abusado de su hijastra de 2013 a 2015, cuando esta tenía 11 y 12 años de edad, para lo que se aprovechó de la relación de confianza que existía al convivir con ellas en el domicilio de la madre.

Señala la sentencia que el acusado decía a la menor que no debía contar a nadie las relaciones que mantenían, ya que era un secreto que debían mantener ambos.

El relato de hechos probados indica que uno de los abusos se produjo un día de playa, cuando la menor se bañaba y, al no hacer pie, el acusado la cogió, aprovechando el momento para someterla a tocamientos.

La sentencia incluye también una orden de alejamiento en cumplimiento de la cual el acusado no podrá acercarse a menos de 300 metros de la menor posteriores a la pena de cárcel; además, deberá pagarle una indemnización de 10.000 euros por daños morales.

Al fijar la condena, la sala tiene en cuenta las atenuantes de confesión de los hechos y dilaciones indebidas.