La mayoría de las academias de idiomas y clases particulares todavía no han podido cerrar definitivamente la modalidad en la que van a impartir clases a sus alumnos ni los horarios porque hay muchas incógnitas en el aire: «Dependemos de la Consejería. No sabemos cómo van a funcionar los colegios», pero todas apuestan sobre seguro. «Comenzamos en septiembre como en el confinamiento: online», afirma James Kelly de las academias Star English de Murcia y El Palmar, «Como funcionó bien vamos a seguir así. Los alumnos no han dicho exactamente que les guste dar clases online, pero se han adaptado perfectamente».

Ante la incertidumbre por el inicio de este particular curso escolar y la evolución de la pandemia, las clases particulares han ofertado todo tipo de modalidades para septiembre: presencial, semipresencial, online y clases individuales en casa del alumno.

Los centros que ofrecen clases extraescolares se están adaptando bastante bien a las adversidades, pero esto les supone tener que estar reinventándose constantemente. Es el caso de Kate Stuart, propietaria de Native English Santa Ana de Cartagena y presidenta de la Asociación de Centros de Enseñanza de Idiomas de la Región de Murcia (ACEIRMUR). Ella había pensado impartir clases mixtas, «medio online y medio presencial», y hacer grupos de ocho alumnos en los que «cuatro acudan al aula y cuatro estén conectados en Zoom» simultáneamente.

Todos los centros de enseñanza afirman que apenas han perdido alumnado, a pesar de haberse visto obligadas a improvisar por la falta de presencialidad en las aulas, y los estudiantes han respondido muy positivamente a la enseñanza digital: «La gente mayor y que viene a aprender idiomas prefiere seguir online porque así no se tiene que desplazar», explica Elsa Pacheco, la dueña de la academia Omar en el barrio del Carmen.

Aunque la academias de refuerzo no se han visto enormemente afectadas porque los padres seguirán contratando sus servicios para la formación de sus hijos en este nuevo curso, algunos estudiantes se han dado de baja en el confinamiento y puede que no vuelvan. Star English perdió el 40% de sus alumnos en el confinamiento y academia Omar también perdió un gran número de clientes porque «como aprobaron a todo el mundo en la E.S.O, se dejaron las clases. Fue contraproducente porque alumnos sin hacer nada pasaron de curso», explica Pacheco.

Pero el mayor temor es a largo plazo, pues las academias se pueden resentir con la crisis venidera. Si los padres empiezan a perder sus empleos, «se borrarán más alumnos. Nos afectó la crisis económica de 2008, mucha gente se borró», aseguran desde la academia Omar.

Están sujetas a cambios de última hora, ya que, como explican, se tienen que amoldar a lo que les han impuesto. Aun así, las clases particulares ya tienen una idea de cómo van a impartir sus lecciones. Muchas ofrecen más de una alternativa.

Paco Jara de la academia Nota explica que está abierto a ofertar diversas formas de enseñanza: «Depende de lo que quiera cada alumno. Puede ser presencial porque nuestras aulas son grandes u online. Y si nos confinan habrá que adaptarse, como ya hicimos».

Las clases de apoyo en la academia Omar tienen previsto que sean semipresenciales porque a los profesores se les hace raro tener un comienzo de curso sin conocer a sus estudiantes, sobre todo a los más pequeños. «Teníamos pensado que los de E.S.O y Primaria vinieran un día presencial y el resto de la semana semipresencial, o sea online», planea la propietaria.

Otras, como la academia Howards de Archena da todo tipo de clases, incluso oferta clases particulares en casa.

A pesar de todas estas posibles soluciones, la mayoría han apostado por la enseñanza online porque han obtenido muy buenos resultados por parte del alumnado, cosa que los profesores también agradecen a los padres que «nos han comprendido y han hecho posible que las clases continuaran», asegura Kelly. El coronavirus no es una excusa para seguir aprendiendo.