En la misma dirección de lo ocurrido en el conjunto de España, la tasa de emancipación residencial entre la población joven de la Región de Murcia disminuyó en el segundo trimestre de 2019: apenas el 16,3% reside en una vivienda independiente a la del domicilio familiar.

Los factores explicativos a esta baja proporción de autonomía residencial se encuentran en buena medida en el mercado laboral. Las precarias condiciones laborales conducen a que cada vez una mayor proporción de personas jóvenes asalariadas deba permanecer en el hogar familiar, retrasando así los procesos de transición a la vida adulta.

La temporalidad contractual resulta muy habitual, y cuando una persona joven accede a un puesto de trabajo es altamente probable que lo haga en condiciones de sobrecualificación y subocupación.

Los salarios percibidos en la Región de Murcia se encuentran entre los mínimos de España, situándose por debajo de los 15.000 euros en el caso de trabajadores de entre 30 y 34 años, y menos de 10.000 euros entre 16 y 29 años. En consonancia, la probabilidad de estar en riesgo de pobreza y exclusión social es de las más elevadas: el 36,4% de la población joven de 16 a 29 años que está trabajando es pobre, un porcentaje que sube hasta el 50% para trabajadores entre 30 y 34 años.