La llegada del coronavirus, el «miedo» al contagio y la «psicosis» creada por la aparición de este han hecho modificar los hábitos de consumo de los ciudadanos. Las farmacias han experimentado variaciones en las rutinas de los consumidores, en los productos que dispensan habitualmente,y sobre todo, en los productos estrella desde inicios de marzo.

«La gente antes iba a las mismas horas a la farmacia, y ahora se reparten a lo largo del día, mantienen la distancia de seguridad y no tienen esa obsesión por acumular medicamentos, todo esto significa que la gente está más concienciada», afirman fuentes del Colegio de Farmacéuticos de la Región.

La pandemia ha hecho que la población sienta, además, la necesidad de disponer de un botiquín con todos aquellos medicamentos y productos para hacer frente al virus.

La demanda de analgésicos y antiinflamatorios se vio disparada cuando empezó la pandemia. «Primero fue el ibuprofeno, pero luego, cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios dijo que era mejor el paracetamol para combatir los síntomas leves de la covid, la mayor demanda la tuvo este medicamento», informan fuentes del Colegio de Farmacéuticos.

Después de más de cinco meses conviviendo con el virus, «el consumo y la demanda de estos productos está normalizado. La gente va a las farmacias a comprar lo que necesita y nada más».

Sin embargo, los nervios, el estrés y la falta de sueño son desde el pasado mes de marzo hasta hoy, los principales motivos del aumento de la venta de pastillas para conciliar el sueño, según afirman varias boticas de la Región que «han notado mucho cómo ha subido la demanda de estas».

Las farmacias disponen de diversos tipos de pastillas para dormir, muchas de ellas hechas con productos naturales como la valeriana, la melatonina o la pasiflora. «A la gente le cuesta mucho trabajo dormir por la inquietud que les crea el virus y empezaron a recurrir a estos productos semanas después del inicio del estado de alarma» explican las farmacias regionales.

«Generalmente, los consumidores se han decantado más por los productos naturales para relajarse y no crear una dependencia. Sin embargo, los que han acudido al médico han tomado Lexatin, Orfidal u otros medicamentos más fuertes que les han recetado».

Defensas contra la covid

Otro de los productos que han incrementado sus ventas desde marzo son las vitaminas y los complementos alimenticios.

«Las vitaminas C y D se utilizan para fortalecer el sistema inmune a medio plazo, y tomándolas de manera constante, por eso, mucha gente las toma para mejorar sus defensas frente al virus», explican los farmacéuticos de la Región.

En España estas vitaminas no están consideradas como un medicamento, sino como un complemento alimenticio, por ello se pueden consumir sin receta médica y se pueden encontrar en otros establecimientos como supermercados o parafarmacias. «Algunos productos que contienen estas vitaminas están agotados», explican. La gente ha seguido las recomendaciones que indican que pueden ser beneficiosas para luchar contra el coronavirus».

Disminución de ventas

Los cosméticos son otros de los productos que han experimentado un descenso de la demanda, sobre todo, durante los meses de confinamiento, pero, a su vez, han presentado un leve aumento las cremas hidratantes para cuidar la piel ante el uso de la mascarilla.

Por otro lado, los protectores solares, «a pesar de presentar una diferencia muy sensible en las ventas que han realizado este verano frente a otros, también han sufrido una disminución», confirman los farmacéuticos de la Región haciendo la comparativa con años anteriores. «Mucha gente ha cancelado sus planes de verano por el virus y piensan en no comprarlos ya que no van a salir de viaje ni van a ir a la playa».

Producto estrella

Las mascarillas, EPI y geles hidroalcohólicos se han convertido en los productos estrella desde la aparición del coronavirus, pero desde que comenzó la desescalada, «las farmacias no han estado desabastecidas de estos productos» exponen fuentes del Colegio de Farmacéuticos.

Al inicio de la pandemia «hubo una psicosis con los guantes, hasta que se demostró que con una buena higiene, su uso no era necesario» afirman las boticas.

Los termómetros han sido otro de los productos más demandados por los ciudadanos, con la diferencia de que «un termómetro solo lo compras una vez y si no se te rompe, lo sigues teniendo», manifiesta el Colegio de Farmacéuticos-. Pero en las últimas semanas, según han percibido las farmacias de la Región, aquellas que se encuentran más cerca de los colegios y guarderías han notado un aumento mayor al habitual en la venta de termómetros».

El motivo de este aumento se debería al comienzo del curso escolar y a la necesidad de controlar la temperatura de los niños para detectar el coronavirus en estos centros.