El inicio de curso sigue dejando preguntas encima de la mesa. El protocolo sanitario para la vuelta al cole en España señala que Salud Pública podrá decretar el confinamiento de aulas, colegios o institutos en caso de contagio comunitario. También que en caso de positivo de un alumno o inicio de síntomas deberá quedarse en casa. Este hecho podría agravar la ya complicada tarea de la conciliación, especialmente para aquellas personas que no tengan posibilidad de teletrabajar.

Los sindicatos estudian fórmulas y reivindican algunas medidas para paliar la situación en la que quedarán aquellas familias que no tengan posibilidad de trabajar desde casa y se vean obligadas a cuidar de sus hijos en caso de que tengan que guardar cuarentena.

«La situación se presume complicada: no se van a dar casos aislados, funciona con una transmisión exponencial. Si hay alguien en un aula que tiene el virus, seguro que van a hacer que todo el grupo se confine. En un grupo de 25, en cuanto uno declare que tiene síntomas si quiera, son los 25 los que van a sus casas». Así se expresa Nacho Tornel, secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en la Región de Murcia. A su juicio, es correcto que los padres puedan pedir la baja de sus trabajo si sus hijos dan positivo y han de aislarse.

Sostiene Tornel que «lo del permiso está bien, puede ser correcto», aunque apunta que «lo que a mí me preocupa es cuando esa fórmula se multiplique por cincuenta o por cien: toda la familia va a tener que recurrir a esta fórmula y todas las empresas implicadas con esas familias también». «No sé en el campo laboral qué dimensiones puede alcanzar, se me escapa», hace hincapié.

A su juicio, «la prevención es lo más idóneo. Intentar que haya grupos lo más reducidos posoble, de forma que se reduzca a su vez la posibilidad de contagios». «Aun así, habrá contagios en un caso o en otro, seguro», augura.

Tornel insiste en la necesidad de que «el contacto sea el menor posible: en el aula, en el transporte escolar... en todos sitios».

Critica la medida del Ejecutivo regional de «le doy 500 euros a la familia para que se busque a alguien para que tenga a los críos cuando me voy a trabajar».

«La fórmula sería la otra: uno de los dos se tiene que quedar con el niño en casa. La empresa de ese que se queda en casa, que le aplique esa fórmula. Pero si la fórmula se multiplique por mil, no sé si va a ser viable», remarca.

Nacho Tornel es consciente de que «todo el mundo no puede teletrabajar», puesto que «no se pueden arrancar lechugas de forma telemática», por ejemplo.

Precisamente el teletrabajo es algo que desde el sindicato independiente de ANPE ven como «un problema que nosotros hace tiempo venimos reivindicando, y ahora se ha destapado», ha expresado a esta redacción su presidente, Clemente Hernández. «Nosotros vemos el teletrabajo como algo muy positivo, pero ha habido dificultades para mantener las plataformas durante la alarma, y se hace necesario que intervengan las administraciones para tratar de dar soluciones», afirma Hernández. Unas soluciones que, para el presidente de ANPE, deberían buscarse «bajo criterios únicos para todas las comunidades autónomas».

Hernández ve «complicado» que la vuelta al cole pueda ser completamente presencial con las medidas actuales: «Para poder cumplirlas, hace falta más personal y más espacios, y para ello se necesita financiación».

En este escenario, y para conciliar, Hernández sí ve como «una buena opción» solicitar una «baja o permiso presencial que se adapte a la situación de cada familia y se garantice, ante todo, la salud»; algo que el dirigente de ANPE contempla «solo en una situación en la que los centros se cierren, y esperemos que no llegue».

Por su parte, Toñi Del Vas, responsable de Enseñanza de la Federación de Empleados Públicos de UGT en la Región, subraya que «en una situación especial, debe legislarse un procedimiento especial, un permiso covid especial para los padres que tienen que cuidar de sus hijos», el cual «debe estar totalmente legislado».

«Estos repercute en todos los trabajadores: la peluquera tiene que realizar su trabajo, no se puede teletrabajar», especifica.

Este permiso especial «sería más competencia del Ministerio de Trabajo más que de Sanidad o de Educación», opina. «No sería pedir la baja como tal, sino que previamente se legisle un procedimiento especial que hasta ahora no nos había hecho falta», hace hincapié Del Vas.