El comienzo del curso 2020-2021 será semipresencial en la Región de Murcia desde los 3 años. Así lo anunció ayer en rueda de prensa la consejera de Educación, Esperanza Moreno. A finales de julio, el Gobierno regional se decantaba por un regreso a las aulas presencial, pero «dados los datos de la pandemia, Salud ha recomendado la aplicación de un escenario alternativo», en el que solo el primer grado de Infantil (de 0 a 3 años) y Educación Especial seguirán el régimen de presencialidad.

Así, la semipresencialidad, que Educación pensaba aplicar en Bachiller y Formación Profesional, se extiende al resto de tramos educativos. En el segundo ciclo de Infantil y en Primaria, los grupos de más de 20 alumnos acudirán a clase cuatro días a la semana. En 1º y 2º de ESO, se seguirá el mismo método, pero el límite de alumnos permitido por clase aumentará a 24. En el segundo ciclo de Secundaria, los alumnos acudirán, en grupos alternos, tres días una semana y dos la siguiente.

También se combinarán los días de presencialidad en Bachiller y Formación Profesional: una mitad del grupo asistirá martes y jueves y la otra, lunes miércoles y viernes. Los turnos se alternarán cada semana. Según Moreno, se ofrecerán sesiones de apoyo vespertino para Bachiller y segundo ciclo de ESO y «se hará un esfuerzo para que los alumnos que no acudan a clase sigan la formación desde casa» a través de videoconferencias y videotutoriales. La consejera anunció, asimismo, que se contratará a 800 profesores (300 más de los que se anunciaron en julio) y «se desplegará una serie de ayudas para agilizar un curso atípico»: dos millones de euros para limpieza, 10 millones para mejora de centros, 18 para «agilizar la digitalización» de los centros y «entre dos y tres» en becas comedor, «que llegarán a ser disfrutadas por un total de 10.000 usuarios».

«Nos meten en la boca del lobo»

Las reacciones al anuncio de la titular de Educación no se hicieron esperar. Lucía Bárbara Alcaraz, coordinadora regional de CSIF, se mostraba indignada: «La consejera no nos ha tenido en cuenta en ningún momento, parece que no le importara nada la dimensión social que tienen estas medidas, y así salen planes como este, que es una chapuza». «Llevamos pidiendo una planificación desde abril -continuaba-, sabíamos lo que se nos venía encima, y ahora nos encontramos con que nos meten en la boca del lobo a dos semanas de que empiece el curso, con medidas que son insuficientes en todos los sentidos».

En términos similares se expresaba Antonio Salmerón, de ANPE, para quien «reducir un 20% la asistencia en Primaria y 1º y 2º de ESO no soluciona absolutamente nada». Según él, «este plan no mejora apenas lo que se presentó en julio, porque no se soluciona nada bajando de 25 a 20 alumnos por clase, y contratar a 800 profesores sigue siendo insuficiente. Habría que contar, como mínimo, con 200 más». Otro frente común a las críticas es la «falta de soluciones para la conciliación». «¿Qué hacen los padres con sus hijos el día que no tienen que ir a clase? ¿Dónde los dejan? -se pregunta Salmerón- El de la conciliación es el problema de los problemas y no se solucionará hasta que no se desdoblen las aulas, pero claro, dicen que no hay espacio, y eso supondría una inversión en profesorado que tampoco están dispuestos a hacer».

Juan Antonio Robles, de AMPAS Murcianas Unidas, califica de «insulto» la ayuda de 500 € anuales para que las familias contraten a parados que se ocupen de los niños durante los días en que no asistan a clase: «Es irrisorio. Si contratas a alguien, no le puedes pagar un dinero que, para empezar, está por debajo del sueldo mínimo y que, en cuanto le des de alta en la Seguridad Social, se te queda en nada. Eso no es conciliar». Robles exige al gobierno Regional «un plan global de actuación y una mesa de trabajo, como se ha hecho en otras comunidades autónomas, que nos permita avanzar con respecto a estas medidas, que no son otra cosa que una improvisación».

«Agravio comparativo»

Paqui López, de la Federación Regional de Asociaciones de madres y padres de la Región de Murcia (FAPA), se mostraba preocupada por «los niños que queden descolgados»: «En cuanto se acumulen las dificultades que muchos tendrán para acceder a las videoconferencias, por ejemplo, se producirán unos retrasos educativos que serán muy difíciles de recuperar». Además, lamentan que «no se tenga en cuenta a los padres, parte de la comunidad educativa, para la toma de estas decisiones».

«Algo que podemos dar por hecho es que la docencia en igualdad de condiciones no se va a cumplir: imagina un pueblo con dos colegios, uno en el que no se superen los 20 alumnos por clase y otro en el que sí. Los alumnos del primero podrán acudir todos los días a clase, y en seguida se producirá un agravio comparativo que puede ser peligroso», explicaba Mariola Sanz, presidenta de la Asociación de Directores de Primaria de la Región de Murcia.

Su homólogo en la Asociación de Directivos de Centros Públicos de Educación Secundaria de Murcia, Raimundo de los Reyes, reclamaba planificación: «Lo peor es que esto se veía venir. Cuando estalló la pandemia se hizo lo que se pudo, es normal, pero ahora ya no vale improvisar, ahora hay que tener las cosas claras y actuar en consecuencia».

«Echar las horas complementarias desde casa no soluciona nada»

Otra medida anunciada por Moreno para el inicio de curso es la posibilidad de que los profesores completen las horas complementarias desde casa con el objetivo de «reducir la asistencia a los centros». Según Raimundo de los Reyes, de la Asociación de Directivos de Centros Públicos de Educación Secundaria de Murcia, «esta medida no tiene mucho sentido en Secundaria, porque esas horas están desperdigadas a lo largo del día, y un profesor no se va a ir a casa si tiene una hora libre entre las 10 y las 11». Igual opina Mariola Sanz, de la Asociación de Directores de Primaria, que cree que la «medida no soluciona nada dado que en Primaria esas horas se echan de dos a tres, cuando no hay niños en los centros y sería fácil organizarse en grupos de cuatro».

«Todo está en el aire a dos semanas del inicio»

Juan Antonio Robles, de AMPAS Murcianas Unidas, echa de menos «más protocolos y más seguridad» en las medidas que anunció ayer Esperanza Moreno. «A la consejera le gusta mucho decir 'esto es lo que hay', pero es que esto no puede ser lo que hay, se habla de que habrá muchas lecciones a través de videoconferencia, y yo me preguntó por qué la consejera nunca habla, por ejemplo, de cómo se va a formar a los profesores para hacer efectivas esas horas y que ningún alumno se quede descolgado». «Al final -concluye-, nosotros creemos que la clave es reducir las ratios de alumnos por clase y volver a la presencialidad. Estas medidas no solucionan nada y todo queda en el aire a dos semanas de que empiece el curso».

«La conciliación se necesita todos los días laborables»

Según Paqui López, de FAPA, «para los padres va a ser un quebradero de cabeza qué hacer con sus hijos cuando no tengan que asistir a las aulas, parece olvidarse que la conciliación, una gran olvidada, debe darse todos los días laborables». A su vez, López se pregunta «por qué no hay un trabajo colectivo» de toda la comunidad educativa y «ni siquiera parece que haya colaboración entre Educación y Familia».

Como Juan Antonio Robles -y la mayoría de colectivos y sindicatos docentes-, Paqui López considera «inexplicable» que no se reduzcan las ratios de alumnos por clase «y más en una pandemia».

«Aunque parezcan muchos, 800 profesores no son tantos»

El director de la Asociación de Directivos de Centros Públicos de Educación Secundaria de Murcia, Raimundo de los Reyes, dice que la semipresencialidad es «ineludible dadas las circunstancias presentes, pero hay que ver cómo se concreta conforme pasen los días y tengamos a los alumnos en las aulas. Una cosa es una rueda de prensa en la que se anuncian unas medidas y otra muy distinta es la realidad que vamos a vivir en el día a día con los estudiantes en las aulas».

De los Reyes, que cree que la contratación de 800 profesores «sigue siendo insuficiente», considera que «teniendo unos 650 centros en toda la Región, asignar un profesor por centro va a solucionar bastante poco».

«Se ha hecho un esfuerzo, pero es claramente insufciente»

«El aumento de la dotación para las becas comedor se ha vendido como una ayuda a la conciliación, pero realmente no aporta mucho: si los niños no acuden a clase, ¿para qué quieren la beca de comedor?», se pregunta Antonio Salmerón, de ANPE. Según él, «está claro que Educación está haciendo un esfuerzo para que el inicio del curso se desarrolle con unas ciertas garantías, pero ese esfuerzo es claramente insufciente». Salmerón, que apuesta «como medida clave» por el desdoblamiento de las aulas y la contratación de más profesores, cree que «esta pandemia deja claro que hay que invertir en educación».

«No entendemos los criterios que apoyan las medidas»

Antonio Amante, de la Federación Murciana de Asociaciones de Estudiantes, se muestra «perplejo» ante «los criterios que apoyan las medidas que ha anunciado la consejera»: «No entendemos por qué los niños van a dejar de asistir a clase un solo día, nos preguntamos para qué sirve ese día».

Amante considera «entendible» el enfado de los padres: «No se les ha tenido en cuenta a la hora de tomar las decisiones, luego hablan de comunidad educativa desde la Administración y no se les tiene en cuenta para absolutamente nada».

También hay, según él, buenas noticias: «El apoyo ofrecido a ESO y Bachiller es una buena medida, porque va a ser un curso difícil».