Que el día 15 de agosto es uno de los favoritos de los amigos de lo ajeno para hacer su agosto, literalmente, no es una novedad. Este año, el día festivo caía en sábado, y fue aprovechado por numerosos murcianos para pasar el día (o el fin de semana, si podían) fuera de su domicilio habitual. Es conocido en el argot como 'puente de los robos', una circunstancia que, un año más, es aprovechada por los ladrones, y que de nuevo evidencia las carencias del Cuerpo Nacional de Policía en la Región.

Con parte de la plantilla de vacaciones y solo un profesional de Policía Científica en el turno de noche, los refuerzos anunciados a principios del estío no son suficientes, especialmente en los días en los que el Cuerpo trabaja a destajo: los moradores se percatan de que han entrado en su casa una vez regresan de sus días de asueto, y entonces es cuando dan el aviso al 091. Muchos afectados, por tanto, llaman a la vez, lo cual pilla a la Policía Nacional en cuadro.

El 'puente de los robos', de esta manera, hace que los agentes que están trabajando no den abasto, a la vez que las víctimas se desesperan, en una casa en la que no han de tocar nada, hasta que llegan los investigadores, aguardando a quienes van a tomar las huellas de los cacos. Fuentes policiales explican que la clave es priorizar, lo cual da lugar, por ejemplo, a que la víctima de un robo con fuerza en su domicilio pueda llegar a estar hasta cuatro horas aguardando la llegada de la Científica a su hogar, con lo que la espera conlleva. «Se siente indefensión y sensación de desamparo», dice al respecto la terapeuta Carmen Mª Mayor, que alude a lo paradójico de que «el ciudadano se siente desamparado, sin saber qué hacer, porque las personas a las que recurre, que les pueden ayudar, no lo hacen», en referencia a la Policía.

«Un tercio de la plantilla está de vacaciones y el catálogo de puestos de trabajo está al 80%», apunta Alberto García Vilas, secretario regional de Jupol Murcia, que apostilla que se trata, además, de «un catálogo de puestos obsoletos, de hacer más de veinte años, cuando había menos población y menos delincuencia».

Todo esto en un escenario en el que «las denuncias se incrementan», ya que «sin salir de casa, puedes ser víctima de un delito», por la ciberdelincuencia.

Por tanto, García Vilas subraya que «faltan cientos de policías para cubrir un catálogo de puestos obsoleto».

Que haya o no agentes depende, en última instancia, del Ministerio del Interior. A finales de julio, 137 agentes de la Policía Nacional se incorporaban a la comunidad murciana.

Fuentes policiales apuntan que no solo falta personal: los agentes que hay se encuentran con dificultades a la hora de cobrar las horas extraordinarias, con lo cual no hacen refuerzos los fines de semana y por las noches, que es cuando más impacto delictivo hay.