La Comunidad Autónoma ha puesto al día sus facturas. La deuda de la Administración regional con las empresas proveedoras se ha reducido a 15,5 millones de euros, según informa la Croem en su último Boletín de coyuntura, que corresponde al segundo trimestre de este año. Esta cifra representa una caída radical en la morosidad, dado que la deuda con sus proveedores alcanzaba los 290 millones de euros en la segunda mitad de 2019, lo que llevó a la patronal a alertar de que se estaba poniendo en peligro la continuidad de las empresas acreedoras y el empleo.

Esta deuda es independiente de los créditos y obligaciones financieras contraídas por la Comunidad Autónoma, que está sujeta a los plazos de pago estipulados con las entidades que prestan dinero al Gobierno murciano.

La mayor capacidad del Ejecutivo regional para hacer frente a sus compromisos de pago coincide con una situación desconocida en las arcas regionales desde la crisis de 2008, motivada por la caída del déficit y la mejora en las cuentas de la Comunidad. Paradójicamente el saneamiento de la deuda comercial se debe en parte a las dificultades que ha ocasionado la pandemia de coronavirus, dado que toda la actividad de las consejerías se ha visto muy mermada desde que se declaró el estado de alarma.

Por otra parte, el Ministerio de Hacienda asumió la gestión de las facturas de la Administración regional el pasado mes de enero debido a las dificultades que tenía Murcia para hacer frente a los pagos a los proveedores y al repunte de la morosidad en el segundo semestre de 2019, que convirtió a la Región en la comunidad autónoma que más tardaba en pagar.

Sin embargo, en el mes de mayo, coincidiendo con el estado de alarma, el plazo de pago de la Administración regional se ha reducido a 31,5 días, que resulta inferior a la media de las comunidades españolas (35 días), según indica la Croem en su informe.

Destaca igualmente que en mayo del pasado año la Comunidad tardaba en pagar 48,8 días, aunque en el segundo semestre de 2019 rozó los 80 días.

La agilidad en los pagos ha permitido reducir a 15,5 millones de euros la deuda con los proveedores, cuando a finales de 2019 llegó a alcanzar los 290 millones, una cifra que la Croem consideró preocupante, hasta el punto de que llegó a hablar de que la morosidad ponía en peligro la continuidad de las empresas acreedoras y podía provocar incluso recortes en el empleo.

Por otra parte, la patronal alertaba de que de que las facturas pendientes de pago ascendían en el mes de mayo del pasado año a 170 millones, pero se habían sumado otros 120 millones a su deuda comercial en seis meses.

La organización empresarial celebra que con esta rebaja «se está atendiendo una de las demandas empresariales, la de agilizar los pagos para mejorar la liquidez de empresas contratistas de la Administración».

Por otra parte, la Croem destaca igualmente que la deuda financiera también «baja ligeramente», aunque roza los 10.000 millones de euros, una cantidad superior al doble del presupuesto regional, cuyos costes financieros se llevan un gran bocado del presupuesto, a pesar de que los intereses están más baratos que nuncia.

Según los datos que recoge la patronal, la Comunidad había reducido su deuda con las entidades financieras en 324 millones en el primer trimestre del año. Esto supone que Murcia debía en el mes de marzo 9.965 millones, lo que equivale al 30% del PIB. Pese a la rebaja del volumen de crédito, la proporción de la deuda en relación al PIB se sitúa seis puntos por encima de la media de las comunidades autónomas, que está en el 24,1%. La mayor parte del dinero que debe la Comunidad corresponde a los créditos que facilita el Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), entre otros programas de financiación públicos.