Una de las puertas del hospital Reina Sofía está bloqueada. Enfrente hay un obra y el polvo que se genera puede entrar en el centro, contaminando el lugar con microorganismos peligrosos para los pacientes. La orden de bloquear la entrada la dio el Servicio de Medicina Preventiva del hospital, que se encarga de estudiar «si el aire, el agua y las superficies son seguras para los pacientes», en palabras de la jefa del servicio, Shirley Pérez.

El objetivo de este servicio es que el hospital sea un ambiente seguro para los pacientes; que una persona que llega con una enfermedad, no adquiera otras nuevas por la situación del centro.

Por otra parte, «si hay pacientes que tienen infecciones y llegan a nuestro entorno, nosotros tenemos que intentar que ese paciente no se convierta en un peligro para los demás», explica la doctora Pérez.

El Servicio de Medicina Preventiva es complementario al de Epidemiología, del que tanto se ha escrito desde la llegada del coronavirus. Mientras que Epidemiología se encarga del seguimiento de los virus en la población general, Medicina Preventiva hace ese trabajo en los centros sanitarios.

Un equipo para toda la Región

En la lucha contra la pandemia, su papel es el de «tratar de disminuir la probabilidad de propagación del virus en el hospital». A pesar de su labor fundamental, este servicio contaba con 5 profesionales para toda la Región en el mes de marzo y solo estaba presente en el Reina Sofía, en la Arrixaca y en el Santa Lucía.

Así las cosas, cuando, con la llegada de la covid-19, todos los hospitales de la Comunidad tenían que enfrentarase al virus, un grupo de siete preventivistas entre los que se encontraba Pérez crearon un equipo de Medicina Preventiva encargado de actuar en todos los centros de la Región.

«Nosotros en este hospital teníamos muchos protocolos que los adaptamos al contexto de la pandemia y los pusimos para que todo el grupo asesor pudiera utilizarlos en los hospitales en los que no había Medicina Preventiva», relata la jefa del servicio del Reina Sofía.

Este grupo de profesionales, compuesto por los residentes Isabel López, Daniel Rodríguez, Marta Cañadilla o Juan Francisco Monteagudo y las enfermeras Manuela Abad y Laura Pay, se hizo cientos de kilómetros durante los meses más duros del confinamiento para poner en marcha los protocolos en los hospitales.

Shirley Pérez no se explica por qué la situación de la Medicina Preventiva era tan precaria en la Región. «Las razones de por qué en Murcia hay menos preventivistas no podría decírtelas yo, no tengo una explicación plausible para eso. Lo que me llena de esperanza es que hemos ido avanzando, puede ser que el coronavirus haya lanzado un poco la necesidad. Ahora estamos en muchos más hospitales», afirma.

Considera que con la pandemia «se ha ido entendiendo la importancia de la Preventiva. Sí, sí, sí. Ha tocado que lo entiendan».

De cara a la segunda ola

La receta para una posible segunda ola de coronavirus, según la doctora Pérez, es clara: «Estar preparados. Prevenir».

«Nosotros tenemos una sistemática de recorrer el hospital, de hablar con los servicios de admisiones para saber los pacientes que llegan con sospecha o con diagnóstico y luego lo que hacemos es corroborar que se están cumpliendo las medidas de prevención. Nos desplegamos en todo el hospital para que el profesional que interviene en el cuidado del paciente tenga claras las medidas de precaución que debe llevar y si tiene alguna duda, poderles asesorar», relata Pérez.

De cara a la población, afirma que hay cosas que, a pesar de que se han explicado mucho durante estos meses, no se están llevando a la práctica. «Lo de la mascarilla hay que hacerlo mejor», sentencia, «la mascarilla hay que utilizarla cubriendo nariz y boca. No puedes manipularla sin haberte hecho una buena higiene de manos después de haber tocado superficies».

El secreto, insiste, es respetar lo se ha repetido una y otra vez desde la llegada del coronavirus: «Distancia social, lavado de manos y uso de mascarillas. La triada perfecta. Si se mantuvieran nos habrían evitado muchos dolores de cabeza».

Prevenir mejor que curar

Uno de las necesidades a conseguir como sociedad, según Pérez, es llevar la Medicina Preventiva a la Atención Primaria. Que la salud no esté tan centrada en curar y lo esté más en prevenir. «De esa manera las enfermedades de la población disminuirán y por tanto el sistema sanitario será más sostenible».

Pero para que estas necesidades se conviertan en hechos, necesitan recursos. La jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Reina Sofía demanda a Gobierno regional recursos y, sobre todo, personal.

«Necesitamos incorporar tanto médicos especialistas en Medicina Preventiva como una formación específica para enfermería», que en estos momentos no existe, explica.

Además, para poder atender los centros de salud desde este servicio, Pérez asegura que es necesario que haya un médico y una enfermería de preventiva de cada área de salud. «Mínimo uno para cada área, mínimo. Y gente entusiasta, claro», expresa Pérez.